¿Eres de los que piensa que “todo tiempo pasado fue mejor”? Muchas veces sentimos mucha nostalgia por los tiempos pasados. Incluso creemos que fueron mejores que aquellos que vivimos actualmente. Sin embargo, si dejamos que esos recuerdos nos consuman y nos impidan vivir en el presente, podemos perdernos muchas cosas maravillosas que están sucediendo a nuestro alrededor.
Vivir en el presente: ¿Por qué idealizamos tanto el pasado?
Muchos de nosotros tendemos a reescribir nuestra historia para que no pueda competir con el presente. Insistimos en que todo era mejor en el pasado, solo enfocándonos en los buenos recuerdos y borrando los malos.
A su vez, disminuimos los aspectos positivos de nuestras vidas actuales en el proceso. Además, es probable que anhelemos el día de hoy en un futuro cercano.
Algunos psicólogos se refieren a este enfoque de nuestra historia como “retrospección color de rosa”.
«Estamos inundados con millones de bits de información a lo largo de nuestro día, por lo que para dar sentido a todos esos datos, confiamos en atajos», dice Nikki Coleman, PhD, terapeuta con sede en Houston que se especializa en relaciones interpersonales e identidad.
Y uno de esos atajos que su cerebro puede tomar, es pasar directamente a los recuerdos positivos mientras se olvida de los negativos. “Requeriría mucha energía cognitiva para nosotros revivir toda la negatividad, la amenaza y el miedo, por lo que simplemente decimos: ‘Oh, no fue tan malo’”, dice la Dra. Coleman.
Un estudio de 2019 mostró que este «sesgo de afecto que se desvanece», donde los malos recuerdos desaparecen más rápido que los buenos, se asoció con una mayor determinación, definida por los investigadores como «bienestar psicológico y perseverancia».
«La gente a menudo idealiza el pasado porque la verdad es dolorosa», dice Britt Frank, psicoterapeuta. “Es una forma de adormecimiento emocional”.
¿Por qué es importante vivir en el presente?
Si bien idealizar el pasado puede ser un mecanismo de defensa útil para sobrellevar los malos recuerdos, es importante que no apague nuestra percepción del hoy. La constante comparación con el pasado te puede impedir disfrutar del presente y vivir a plenitud.
Vivir en el presente no solo nos permite disfrutar más de la vida, sino que también puede mejorar nuestra salud mental y física. Cuando nos enfocamos en el presente, podemos encontrar una mayor satisfacción en las pequeñas cosas de la vida.
Además, el presente es el único momento que realmente tenemos. El pasado ya pasó y el futuro es incierto. Si nos perdemos del presente, nos perdemos la vida. De igual modo, lo que somos actualmente es la suma de todo lo positivo y negativo que hemos vivido, no podremos crecer, ni aprender si solo nos aferramos a los recuerdos positivos del pasado.
Mirar hacia atrás con cariño puede ser reconfortante, pero si te hace sentir muy mal con tu vida actual, podría valer la pena ajustar tu perspectiva. Aquí hay algunos consejos de expertos sobre cómo evitar perderse en la nostalgia teñida de rosa, para que pueda juzgar su pasado y presente con justicia.
Vivir en el presente: Cómo dejar de romantizar el pasado
Si sientes que estás atrapado en la nostalgia, aquí algunos consejos que pueden ayudarte:
Practica la atención plena
La atención plena o mindfulness es una práctica que te ayuda a enfocar tu atención en el momento actual. De este modo, es menos probable que te enfoques en el pasado. La atención plena puede ayudarte a aceptar el presente tal como es y a disfrutar de todo lo bueno que tienes ahora.
Por otro lado, puedes ser más consciente de cada acción. Por ejemplo, mientras comes, tómate tu tiempo y presta atención a las sensaciones y sabores.
También, puedes probar la técnica de puesta a tierra de los cinco sentidos cada vez que te encuentres soñando despierto con tu pasado. Para hacer este ejercicio, te tomas unos cinco minutos para “pasar por cada uno de los sentidos, preguntándote ‘¿Qué siento?’ ‘¿Qué veo?’ ‘¿Qué escucho? ‘¿Qué huelo?’ y ‘¿Qué pruebo?'».
Al sintonizar con su entorno de esta manera, esencialmente está «entrenando su cerebro para estar en el momento presente». Al igual que otras prácticas de atención plena, esta técnica puede ayudarlo a cambiar su enfoque de su pasado (o futuro) a lo que está justo frente a usted, para que pueda estar completamente presente: para sus amigos, su familia, su trabajo y sus pasiones.
“Contaminar la fantasía”
Cuando recuerdes los buenos tiempos, reconoce que es posible que no los estés viendo todo con precisión, dice Frank. Ella recomienda hacerse una serie de preguntas para «contaminar la fantasía», una frase que algunos terapeutas usan para describir la práctica de pensar en los resultados de sus acciones.
Para ayudar a asegurarse de que no está pintando una imagen distorsionada del pasado, Frank sugiere «adquirir el hábito de preguntarse: ‘¿Qué tan cierta es la historia que me estoy contando?'»
¿Una forma rápida de encontrar la respuesta? Dale a tus recuerdos un control de la realidad equilibrando lo positivo con lo negativo, o tal vez lo neutral. Si estás recordando una relación pasada «perfecta», por ejemplo, Frank recomienda identificar (en voz alta o en un diario) cinco cosas al respecto que no eran exactamente así.
Lo mismo ocurre con los trabajos de «ensueño» anteriores, o una ciudad en la que vivió y se fue por razones válidas. El objetivo, dice, no es insistir en la negatividad, sino equilibrar los buenos recuerdos con los no tan buenos para tener una idea más clara de lo que realmente ocurrió. De esa manera, es menos probable que idealices el pasado y, como resultado, sientas que el presente no está a la altura.
Reconoce lo que realmente extrañas y haz nuevas memorias
Mire sus recuerdos y pregúntese qué, exactamente, extraña de esos tiempos. «Tal vez te sentiste amado o tal vez te sentiste emocionado por lo que estabas haciendo», dice Nancy Colier, LCSW, autora de Can’t Stop Thinking: How to Let Go of Anxiety and Free Yourself from Obsessive Rumination.
Identificar las raíces de su nostalgia puede ayudarlo a recrear situaciones similares que pueden brindarle algunos de los mismos sentimientos de alegría que anhela.
Por ejemplo, si anhelas el sentido de comunidad que sentías cuando tú y tus compañeros de trabajo solían ir al pub local todos los jueves después del trabajo, tal vez puedas crear una reunión similar en tu nuevo trabajo.
¿Extrañas tener una pareja con quien pasar el rato y viajar? Podría ser el momento de buscar una nueva relación. O simplemente reservar unas vacaciones con tus mejores amigos.
Por supuesto, es posible que no pueda recrear exactamente las mismas circunstancias de su pasado.
En esos casos, Colier recomienda tener compasión por el “proceso de cambio y pérdida de identidad” que es parte de la experiencia humana. “Tal vez ya no puedas ir a la universidad y correr ese triatlón”, dice ella. “Este viaje humano está lleno de fluidez y pérdida, y el cambio es la única constante”.
El simple hecho de reconocer eso y reconocer la belleza del pasado puede ayudarlo a mantenerse conectado con él y brindarle paz. “Puedes pensar, ‘Vaya, qué época’, y solo porque no pueda vivirla ahora no significa que no exista dentro de mí”, dice.
Por otro lado, puedes hacer nuevas memorias. Haz las paces con el pasado y experimenta cosas nuevas, conoce gente nueva y vive otras aventuras.
Practica la gratitud pero no la fuerces
Un buen ejercicio para valorar el presente es practicar la gratitud. Agradece por las cosas buenas que tienes en la actualidad, como las relaciones significativas, el trabajo que tienes, la salud, la vivienda y otros aspectos positivos de tu vida. La gratitud te ayuda a centrarte en lo que tienes en lugar de lo que te falta.
Puedes llevar un diario y anotar cada día algo por lo que estés agradecido. Sin embargo, puede ser difícil fomentar la gratitud cuando tu situación es, de hecho, bastante terrible. Tal vez su pasado realmente fue mucho mejor.
Quizás vivió la mayor parte de su vida con perfecta salud y de repente se enfrenta a una enfermedad grave, o perdió a un ser querido. En ese caso, aceptar el hecho de que el presente es incómodo es una mejor estrategia que forzarte a ver un “lado positivo”, dice Frank.
Este tipo de negación es una forma de positividad tóxica que sólo invalidará tu verdadero dolor y te mantendrá atascado, agrega.
Frank sugiere tratar de aceptar que hoy puede ser difícil, al tiempo que reconoce que no durará para siempre. “La alegría vendrá de nuevo”, dice ella. “Pero si tratas de hacerte sentir alegría, no vas a lograrlo”. Por el contrario, si sientes todos tus sentimientos, es más probable que te cures y sigas adelante, agrega.
Busca ayuda si la nostalgia te está afectando
Si sientes que la nostalgia te está impidiendo disfrutar del presente. O si te encuentras atrapado en la comparación con el pasado y te está afectando emocionalmente, no dudes en buscar ayuda profesional. Un terapeuta puede ayudarte a procesar tus sentimientos y encontrar maneras de seguir adelante.
Vivir en el presente es clave para disfrutar de la vida y mejorar nuestra salud mental y física
Si te encuentras atrapado en la nostalgia, recuerda que el pasado ya pasó y que debes dejarlo ir para poder disfrutar del presente. Cada etapa de la vida tiene sus propias alegrías y desafíos.
Aprende a aceptar el presente tal como es, agradecer por lo que tienes y trabajar hacia un futuro mejor. ¡Disfruta del ahora y de las cosas buenas que tienes en tu vida!
Valora los buenos momentos y aprende de los malos, esto te ayudará a vivir con un mayor equilibrio mental y emocional. Así como ayudarte a crecer como una persona resiliente y que sabe superar los obstáculos que se le presenten.