1. Pararte junto a Sandino en Loma de Tiscapa
El mejor lugar para orientarse en Managua es en el punto más alto de la ciudad, la colina de Tiscapa, que en realidad es el borde de un volcán extinto. Aquí fue donde el cruel dictador Anastasio Somoza García tenía su elegante palacio morisco y sus sádicas salas de tortura. En una forma de exorcismo, una silueta gigante del héroe nacional, el general Augusto Calderón Sandino, se ha erigido y ahora domina el horizonte en el lugar donde una vez estuvo el palacio del dictador. Las vistas panorámicas abarcan la laguna de Tiscapa, la ciudad sorprendentemente frondosa y la amplia extensión del Lago Xolotlán (Lago de Managua). Mira el pequeño tanque que el dictador italiano Benito Mussolini le dio a Somoza y no te pierdas la sala subterránea dedicada a la vida de Sandino, su lucha por liberar a su país de la intervención de los Estados Unidos y su misteriosa muerte a manos de Somoza.