1. Explora un volcán, ¡adentro o afuera!
Si te sientes aventurero, o quieres tomar el camino menos transitado en tu próxima visita a Puebla, la opción obvia es explorar algunos volcanes. Puebla cuenta con una ubicación que está a un tiro de piedra de los famosos volcanes gemelos de México; Iztaccíhuatl y Popocatépetl. Mientras que este último está fuera del alcance de los visitantes, debido a una erupción en 1994, el primero todavía es una excelente opción para escalar o hacer turismo. Igualmente, entra en el geiser Cuexcomate en su lugar. Nunca se sabe, incluso se pueden ver algunos ovnis.
2. Sacia tu necesidad por los dulces en la calle de los Dulces
Además de mole poblano y el deleite estacional que es un chile en nogada, Puebla también es conocida por producir deliciosos dulces azucarados. El mejor lugar para aquellos con un antojo por degustar todas las especialidades culinarias que esta ciudad tiene para ofrecer es la llamada Calle de los Dulces. También conocida como La Calle de Santa Clara, asegúrate de probar algunos de los dulces más representativos de la región: camote, muégano y las tortitas de Santa Clara.
3. Consigue una perspectiva diferente de la ciudad
Si estás cansado de recorrer las calles llenas de tiendas de artesanía de Puebla, ¿por qué no adquirir una nueva perspectiva de la ciudad colonial por tomar un paseo en teleférico? El viaje de 680 metros te suspende sobre la ciudad para que puedas disfrutar de todas sus impresionantes vistas de una sola vez. Sin embargo, si colgar de un cable no hace que tu emoción se dispare, toma un paseo en la Estrella de Puebla, una noria de 80 metros de altura que ofrece vistas espectaculares de Izta y Popo.
4. Admira alguna arquitectura inusual
Si bien Puebla es conocida principalmente como uno de los mejores destinos arquitectónicos de México, también tiene una pequeña cantidad de edificios con una decoración un poco más inusual que vale la pena ver. La primera es La Casa de los Muñecos con azulejos de Talavera, aunque si te gustan los edificios con hermosos azulejos, asegúrate de pasar por Casa del Alfeñique también. Para los fanáticos del barroco, la Capilla del Rosario es una visita obligada, al igual que la Iglesia de la Compañía de Jesús. Sin embargo, para algo más moderno, diríjete al hotel La Lotificadora diseñado por Ricardo Legorreta.
5. Visita el Museo Amparo
Los amantes del arte, particularmente aquellos interesados en el arte mexicano, no pueden dejar pasar la oportunidad de visitar el Museo Amparo cuando se encuentren en Puebla. Dentro del dúo de edificios coloniales se encuentra una de las mejores colecciones de arte mexicano de América Latina, y la entrada es gratuita. Inaugurado en 1991, el museo ahora alberga de todo, desde arte prehispánico hasta piezas modernas. No te olvides de dirigirte a la terraza, ya que desde allí puedes admirar una vista encantadora de la ciudad.
6. Prueba algunas de las bebidas locales
Al igual que con la comida, Puebla es el hogar de muchas bebidas fantásticas más o menos exclusivas del estado. Puedes beberte un mojito mexicano, también conocido como menyul, o atreverte a probar una pasita, un licor popular hecho de una fruta local, con uvas pasas. Si la idea de una inyección de pasas líquida no te resulta atractiva, en su lugar, disfruta de un Rompope mucho más sabroso (básicamente, ponche de huevo con alcohol). Para las dos bebidas antes mencionadas, la auspiciosamente llamada La Pasita es altamente recomendada.
7. Prueba el mole poblano por el que Puebla es famosa
Simplemente no puedes visitar Puebla sin probar algo de su famoso mole poblano. Esta salsa rica, espesa y con sabor a chocolate y chili, servida típicamente con arroz y carne, es el plato nacional de México ¿y qué mejor sitio para probarlo que su lugar de origen? Inténtalo en un restaurante o compra los ingredientes para hacerlo tú mismo desde Mercado el Carmen. Si el mole no llena tu estómago, entonces tal vez lo haga plato típico de sándwich de Puebla cemita, ¿o incluso una quesadilla morada del Mercado de Cholula?
8. Toma fotos de los murales en Xanenetla
Xanenetla, considerado el barrio más joven de Puebla, también es uno de los más vibrantes y es un excelente escape si te interesa más el arte urbano que la arquitectura colonial. Alguna vez conocido por ser bastante inseguro, los proyectos de arte callejero han dado nueva vida al barrio, convirtiéndolo en un destino viable para el viajero artístico. En este rincón peculiar de la ciudad de Puebla, te esperan calles empedradas y alrededor de 55 coloridos murales de paredes completas.
9. Visita el Cerro de Loreto y Guadalupe
Muchas personas confunden el Cinco de Mayo con el Día de la Independencia de México (ese honor en realidad corresponde al 16 de septiembre); Sin embargo, un estado de México en realidad sí celebra ese día y ese estado es Puebla. El 5 de mayo de 1862, Ignacio Zaragoza y sus tropas derrotaron al ejército francés atacante en el Cerro de Loreto y Guadalupe. Hasta este día, puedes explorar el antiguo bastión militar que ahora alberga un museo en lugar de un ejército. La vista desde las Fuertes de Loreto y Guadalupe también es espectacular.
10. Visita una de las catedrales más bellas de México
Situada, al igual que la mayoría de las catedrales de México, justo en la plaza principal de la ciudad, la Catedral de Puebla es una oportunidad de visita ineludible. Ampliamente considerado como uno de los mejores del país, este enorme edificio fue construido en 1575 y tiene un techo de cúpula de azulejos inspirado en la Basílica de San Pedro. El famoso escultor Manuel Tolsá es el cerebro detrás de su impresionante altar principal también.
11. Navega por las antigüedades en el Callejón de los Sapos
El Callejón de los Sapos, es un tesoro de anticuarios, vendedores de artesanías y vendedores ambulantes de muebles. Todos los domingos, la longitud de este callejón se transforma en un destino vibrante donde se puede disfrutar del aire fresco y la atmósfera al mismo tiempo. Recoge algo de cerámica de Talavera o alguna parafernalia de películas antiguas para llevarte a casa como un colorido recuerdo de tu tiempo en Puebla.
12. Visita la biblioteca Palafoxiana
Una de las mejores bibliotecas del país, si no del continente. La Biblioteca Palafoxiana está ubicada en la Casa de la Cultura de Puebla y vale la pena una visita si eres un bibliófilo. De hecho, incluso lo recomendaríamos al fanático de la cultura casual. Con más de 43.000 obras, esta biblioteca fue la primera biblioteca pública en México y muchos incluso afirman que fue la primera en las Américas.
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