Es la magia del cine: consigue emocionarnos hasta niveles que ni la misma vida lo hace. Nos metemos en el papel de sus protagonistas, nos adentramos en sus emocionantes historias e, inevitablemente, sufrimos y amamos con ellos hasta los títulos de crédito. Y entre medias, lágrimas y más lágrimas. Si hoy te apetece emocionarte, repasa con nosotras estos títulos y ¡prepara los pañuelos!
ADVERTISEMENT