Una joven pareja vivió el terror al ser despojados, golpeados y torturados por una tribu caníbal en una selva de Papúa, Nueva Guinea. Lo que pudo ser el viaje de sus sueños se convirtió en una pesadilla al ser secuestrados mientras realizaban un paseo por la selva conocida por sus habitantes caníbales.
» Pensé que podríamos desaparecer en la selva y nunca volvernos a ver» comentó Matthew exaltado.
El Británico Matthew Iovane y su novia estadounidense Michelle Clemens, ambos de 31 años, fueron abordados en su paseo por dos nativos con machetes, fueron vendados sus ojos y llevados al fondo de la selva. La pareja comenta que los miembros de la tribu eran tan primitivos que se comunicaban con gruñidos. Sin embargo, se dieron cuenta de que sabían lo suficiente del inglés para emitir la escalofriante advertencia de «Vamos a matarlos».
Michelle tenía tres dedos cortados hasta el hueso por un machete, mientras luchaba por librarse de sus captores.
Matthew comenta: «Habíamos bromeado acerca de los famosos caníbales de la selva de Papúa, Nueva Guinea, pero no fue un asunto de risas cuando estos hombres salieron de la maleza apuntándonos con sus armas».
«Se veían terroríficos con sus trajes nativos y lo que parecía ser pintura de guerra cubriendo su cuerpo, se acercaron y comenzaron a rondar a nuestro alrededor. Rompieron mi camiseta y vendaron nuestros ojos, en ese momento un pensamiento horrible invadió mi cabeza, nosotros quizás podíamos haber estado en el menú de esa noche».
Los casos de canibalismo en la isla del Pacífico de Papúa Nueva Guinea se han reportado recientemente desde el 2012. Algunos nativos aun creen en seguir una tradición de darse un banquete con los cerebros de los familiares muertos en los funerales.
«Habíamos contratado a un nativo para llevar un bolso pesado al inicio del viaje, pero un día antes del viaje nos había abandonado, estamos convencidos de que el informó a la tribu que nos encontrábamos en la selva, fuimos traicionados», comenta Matthew.
«Nuestra primera reacción fue tratar de tranquilizarnos, ya que incluso pensamos que se debía a algún tipo de broma, pero nos dimos de cuenta muy rápidamente de que estábamos en una situación grave». «Nos pareció al principio, que se trataba de un robo, así que colocamos nuestros bolsos al frente tratando de calmarlos, diciéndoles que podían tomar todo, pero de pronto comenzaron a empujarnos mientras nos amenazaban».
La pareja finalmente huyó de sus captores mientras estaban siendo escoltados a lo largo de un reborde de vuelta hacia el sendero. «Se llevaron nuestras pertenencias, estaba desnudo en la selva más remota de la tierra, sin zapatos y Michelle estaba sangrando junto a mi en ropa interior» informó Matthew. Pero nada importaba, salvo alejarse de ese terrorífico lugar. Sin embargo, escapar no fue sencillo, en su camino se encontraron con un grupo de perros salvajes y rozaron la hiedra venenosa de la selva.
Al llegar al pueblo los aldeanos corrieron en su ayuda con mantas y fueron auxiliados por un helicóptero de rescate y llevados directo a la capital.
Michelle ha añadido: «La experiencia nos dio el susto de nuestras vidas. Mis heridas son tan profundas que no estoy segura de que recuperar la sensibilidad completa en los dedos.
Las selvas de Papúa Nueva Guinea siguen siendo populares entre los turistas a pesar de tener una historia impactante de canibalismo y violencia.
El canibalismo fue declarado ilegal hace más de 50 años, pero un equipo de televisión afirmó que había evidencia de su existencia en el año 2006.