¿Sabes qué es la Tripofobia? ¿Acaso la padeces?
Si al mirar un panal de abejas, un hormiguero, ciertos hongos o los frutos del loto sientes miedo, asco o repulsión, es probable que tengas Tripofobia.
La Tripofobia es el miedo irracional a los patrones de figuras geométricas muy juntas, especialmente hoyos pequeños y rectángulos muy pequeños.
Esta fobia es más común de lo que creemos, pero pocos saben que la padecen o en qué consiste.
Esta fobia aparece dentro de la lista del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Muchas personas afirman tener miedo de objetos con agujeros pequeños muy juntos.
Si bien la investigación sobre esta fobia es limitada, Arnold Wilkins y Geoff Cole, quienes dicen ser los primeros en investigarla científicamente, creen que la repulsión no se basa en un miedo cultural aprendido.
En el 2005 se le dio el nombre a esta fobia. Como una combinación de trypo (perforación o perforar agujeros) y fobia.
Entre sus síntomas se encuentran sensación de grima, cosquilleos, picazón en el cuerpo, ansiedad, malestar general, hasta náuseas.
Se sabe que aparte de no ser un miedo producto de la cultura, tampoco es una fobia que viene por algún tipo de trauma sufrido por la persona.
Los científicos consideran que es posible que tenga un origen evolutivo, es decir, que el ser humano se asustaba o alejaba de algunos animales venenosos que tenían estos patrones en su piel, tales como sapos, serpientes, pulpos, arañas, escorpiones, etc.
Se cree que estas alertas siguen funcionando en algunas personas y por eso se despierta la sensación de miedo y repulsión cuando ven estos patrones. Porque los antepasados necesitaron de esto para sobrevivir.
Ahora bien, para considerarse una fobia, tendríamos que preguntarnos ¿qué tan fuertes son los síntomas que provoca ver estas figuras?, si perturban a tal punto de afectar la vida cotidiana se padece de Tripofobia y es un verdadero problema que hay que solucionar
Entre los síntomas intensos, las personas cuentan que sienten náuseas, vómitos, mareos, sudor frío y hasta desmayos.
Para saber si realmente la padeces debería sucederte lo siguiente:
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El miedo debe ser persistente, excesivo e irracional, viendo un patrón geométrico determinado.
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Al verlo debes sentir siempre una reacción intensa de ansiedad
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Evitas ver los patrones
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Estos comportamientos (que aparecen incluso cuando sólo piensas en un panal de abejas) interfieren en tu vida cotidiana, trabajo, estudios y vida social.
Si te ves reflejado en lo mencionado anteriormente, entonces tienes una verdadera fobia y deberías buscar ayuda para que la Tripofobia no interfiera en tu vida.
Entre las formas de tratarla, se sugieren diversas maneras, desde las terapias psicológicas hasta medicamentos o formas alternativas.
Ya sea un terapeuta exponiendo a la persona poco a poco a las figuras, ayudándola a controlar la ansiedad, en forma gradual y repetida, se espera que la persona se sienta menos angustiada cuando vea los pequeños hoyos aglomerados.
Otra forma es con medicamentos tranquilizantes, debe prescribirlos un médico pero esto sólo se hace cuando los síntomas son realmente graves e incontrolables. Por último, como alternativa se recomienda el yoga o la meditación.
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