Menos del 5 por ciento de los adultos realizan una actividad física mínima diaria y solo un tercio de los niños lo hacen.
Desafortunadamente, esta falta de actividad puede afectar su salud de una manera profundamente negativa.
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1. Problemas del sistema circulatorio
Su corazón es un músculo como cualquier otro y sin ejercicios regulares, se debilita, al igual que un músculo de bíceps o pantorrilla que nunca tiene ningún uso.
Luego, cuando de repente necesitas moverte rápidamente, tu corazón no puede soportar ir de cero a 65 rápidamente, a veces con resultados trágicos.
Mientras tanto, los pulmones se vuelven ineficientes para absorber oxígeno, lo que le deja sin aliento y al caminar.
Finalmente, su presión arterial aumenta, con el endurecimiento de los vasos sanguíneos como resultado.
Esto, a su vez, fomenta la acumulación de placa, lo que prepara el escenario para accidentes cerebrovasculares y otros posibles desastres en el camino.
2. Aumento de peso
Si no hace ejercicio, puede tener dificultades para controlar su peso.
Los kilos de más que vienen con demasiadas horas en el sofá pueden ser el resultado de un estilo de vida inactivo, especialmente cuando se combinan con malos hábitos alimenticios.
Los problemas de salud que alteran la vida, la incomodidad general, los desafíos sociales, los costos adicionales de atención médica y los problemas de viaje son todos posibles inconvenientes del aumento de peso.
3. Diabetes
La diabetes tipo dos está en aumento en el mundo, en parte debido al consumo de demasiada comida chatarra, bebidas azucaradas y otros alimentos procesados, pero también porque las personas hacen menos ejercicio.
El mecanismo es simple: demasiada azúcar en la dieta causa picos frecuentes de azúcar en la sangre.
Estos son dañinos, por lo que el cuerpo libera insulina para reducir el azúcar en la sangre a niveles manejables rápidamente.
Lo hace alimentando a la fuerza el exceso de azúcar en los músculos y el hígado.
Desafortunadamente, si esta alimentación forzada ocurre con demasiada frecuencia, los receptores de insulina se opacan y finalmente dejan de responder.
El resultado es la diabetes, la incapacidad de regular el azúcar en la sangre con daño tisular, pérdida de la vista y otros peligros como resultado potencial.
El ejercicio no solo utiliza la glucosa en sangre como fuente de energía primaria, sino que también ayuda a agudizar los receptores de insulina, mejorando la sensibilidad a la insulina.
4. Fragilidad articular y ósea
Quizás el menos obvio entre los riesgos de no hacer ejercicio es el impacto en las articulaciones y los huesos.
Una articulación que se ejercita con frecuencia (y se estira) es flexible, mientras que una que no se usa es más débil, menos elástica.
El acortamiento muscular, que va de la mano con esto, puede promover el problema al crear desequilibrios involuntarios en el cuerpo que causan lesiones con el tiempo.
En cuanto a los huesos, las mujeres mayores, en particular, son susceptibles a la fragilidad ósea.
Parte de esto tiene que ver con la ingesta de calcio, pero el ejercicio es otro componente clave para mantener intacta la masa ósea.
5. Depresión
El ejercicio regular puede mejorar el bienestar, lo que puede ayudar a prevenir la depresión.
De hecho, un estudio demostró que el ejercicio puede ayudar a combatir la depresión clínica y otro estudio mostró que las personas que se sientan por largos períodos, no hacen ejercicio o están inactivas tienen tasas más altas de depresión que las que están físicamente activas.
También vale la pena mencionar que el ejercicio libera endorfinas, la «droga feliz» del cuerpo, que ha hecho del ejercicio una de las piedras angulares en el tratamiento profesional actual de la depresión.
El ejercicio aumenta la confianza física, resuelve las tensiones, sacude la química del cerebro y, en general, estabiliza todo el sistema con una experiencia general de bienestar, mientras que la falta de ejercicio logra el polo opuesto.
6. Falta de resistencia
Si no hace ejercicio regularmente, es probable que haya notado una cierta falta de resistencia al realizar ciertas tareas.
Esto puede manifestarse de muchas maneras. Tal vez te quedas sin aliento caminando hacia tu buzón.
Tal vez notes que por solo unos pocos pasos en una caminata te sientes cansado. Tal vez no tenga la oportunidad de perseguir a sus hijos y nietos con su energía ilimitada.
La falta de resistencia puede obstaculizar seriamente tu vida y evitar que hagas cosas agradables.
Hacer ejercicio regularmente, incluso caminar a un ritmo rápido durante 20 a 30 minutos tres veces por semana, puede ayudar a acondicionar el corazón y los pulmones para que su resistencia crezca y pueda disfrutar de las cosas que desea sin sentirse aniquilado antes de comenzar.
7. Falta de fuerza física cuando la necesitas
Sin ejercicio, los músculos se atrofian. De hecho, un estudio mostró que los hombres de todas las edades que no ejercieron cierto músculo durante dos semanas perdieron del 20 al 34 por ciento de su fuerza en ese músculo.
A medida que los músculos se atrofian, la fuerza disminuye. De repente, cargar esa caja de víveres desde el auto parece mucho más difícil de lo que era antes y mover los muebles se convierte en una verdadera tarea.
Si bien no es necesario ser superhombre, mantener la fuerza muscular es esencial para realizar tareas de levantamiento, empuje y tracción
8. Pérdida de equilibrio
¿Recuerdas cuando eras niño y podías pararte fácilmente sobre un pie, andar en patineta o levantarte sobre patines de hielo? Estas son todas las actividades que requieren equilibrio.
Cuando no hace ejercicio, pueden surgir problemas de equilibrio debido a la debilidad muscular, la falta de fuerza central o un estilo de vida sedentario.
Si bien es obvio por qué querría mantener el equilibrio si realizaba una actividad como practicar surf o kayak de pie, puede ser menos obvio por qué es importante a medida que envejece, pero tenga en cuenta esto:
Las caídas son la principal causa de muerte y accidentes no fatales para adultos mayores.
9. Pérdida de flexibilidad
La flexibilidad ayuda a protegerlo de lesiones, aumenta el rendimiento físico y le permite moverse a través de un mayor rango de movimiento.
Cuando no hace ejercicio, y particularmente cuando no se estira, los músculos y el tejido conectivo se tensan, lo que puede generar estrés en las articulaciones, cansarlo más fácilmente y aumentar el riesgo de lesiones.
Las personas con flexibilidad reducida tienen un mayor riesgo de sufrir un mayor dolor, particularmente en la espalda y las caderas.
La inflexibilidad crónica puede provocar dolor crónico. La incorporación de ejercicios de flexibilidad puede ayudar a mejorar su salud y bienestar en general.
10. Pérdida de movilidad
Si no hace ejercicio, es probable que no pueda moverse tan bien como pasa el tiempo.
Hay muchas razones para esto, incluidas algunas de las mencionadas, como la falta de fuerza, resistencia, flexibilidad y equilibrio, así como el aumento de peso.
Todos estos factores se combinan para mantenerlo inmóvil o disminuir su capacidad de moverse cómodamente y sin dolor ni esfuerzo extremo.
Del mismo modo, cuanto menos movilidad tenga, menos probabilidades tendrá de querer moverse, lo que tiene un efecto espiral descendente que puede causar problemas de salud a largo plazo.
11. Mayor riesgo de muerte por cualquier causa
Si no hace ejercicio, existe la posibilidad de que muera antes que sus contrapartes más en forma.
Un estudio de 2015 mostró que la falta de ejercicio parecía causar el doble de muertes que las relacionadas con la obesidad.
Incluso una pequeña cantidad de ejercicio, tan solo una caminata diaria de 20 minutos, redujo esos riesgos.
12. Síndrome metabólico
El síndrome metabólico es un conjunto de síntomas que incluyen obesidad abdominal, triglicéridos altos, presión arterial alta, niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad (colesterol bueno) y niveles elevados de azúcar en sangre en ayunas.
Esto puede elevar los riesgos de una serie de problemas de salud, incluidas las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, y casi el 35 por ciento de todos los adultos con el 50 por ciento de los adultos mayores de 60 tienen esta afección.
La falta de ejercicio y dieta son los dos principales contribuyentes al síndrome metabólico.
13. Mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer
La evidencia relaciona la falta de actividad física con ciertos tipos de cáncer, incluidos el cáncer de colon, mama y endometrio.
Existe una correlación menos clara entre otros tipos de cáncer y la falta de ejercicio, pero la evidencia sigue siendo lo suficientemente fuerte como para que la falta de ejercicio se considere un factor que contribuye al cáncer de hígado, riñón, estómago, esófago y vejiga, así como al melanoma y la leucemia. .
14. Disminución de la función cognitiva
Los ensayos clínicos controlados muestran que el ejercicio mejora la función cognitiva en los adultos mayores.
Del mismo modo, un análisis de estudios mostró que la disfunción metabólica derivada de la falta de ejercicio puede conducir a una serie de problemas neurológicos que causan deterioro cognitivo.
Es por eso que es importante moverse para mantener su cerebro funcionando al máximo rendimiento.
15. Mayor riesgo de enfermedad crónica
La inactividad física es una causa importante. Estar crónicamente enfermo puede causarle incontables dólares en atención médica, incluso con seguro, y disminuir en gran medida su calidad de vida.
Sin embargo, los datos científicos muestran que la actividad física regular es esencial en la prevención primaria de enfermedades crónicas.
Levantarse del sofá
No hay duda de que el ejercicio es bueno para el cuerpo y la mente.
Si ha entrado en un estilo de vida sedentario, no es demasiado tarde para hacer un cambio.
Consulte a su médico acerca de qué ejercicios son mejores para usted, comience lentamente y avance hacia una mejor salud.