6. Comparta con personas positivas
Investigaciones sugieren que el estrés es contagioso y cuanto más se rodee de él, es más probable que lo deje afectar sus pensamientos. De la misma manera que el estrés y la negatividad son contagiosos, así es la felicidad.
La línea de fondo aquí es nuestro comportamiento y los patrones de pensamiento reflejan aquellos con los que nos conectamos. Elija con cuidado a quién le permite entrar en su círculo.