El paracaidista chileno Sebastián “Ardilla” Alvarez realiza un impresonante salto bajo la disciplina Wingsuit o «traje con alas» desde un helicóptero a 2000 metros de altura, voló por más de dos minutos a una velocidad máxima de 250 km/h y pasó en un vuelo rasante al icónico edificio del Costanera Center en la zona oriente de Santiago de Chile.
«Mi sueño siempre ha sido volar. Siempre ha estado en mi mente y poco a poco, lo he logrado.»
Álvarez es un temerario expiloto de la Fuerza Aérea Chilena (FACH) al que le encantan los deportes extremos. Después de haberse lanzado por acantilados, puentes y edificios de gran altura, la «ardilla» como se le conoce, ha protagonizado, una vez más los titulares al completar este salto de 2000 metros.
El Centro Costanero ubicado en Santiago, es actualmente el edificio más alto de Sudamérica. El salto a 250 kilómetros por hora de Álvarez fue grabado por una decena de cámaras, atadas a su traje y ubicadas también en varios puntos de la tierra.
Álvarez comenta: «Mi sueño siempre ha sido volar. Siempre ha estado en mi mente y poco a poco, lo he logrado. »
Al referirse a la modalidad escogida para el salto: «Dentro del mundo del paracaidismo puedes optar por varias modalidades y lo que me llamó demasiado la atención del wingsuit fue el hecho de poder planear y desplazarme, poder mantenerme en el aire más tiempo y controlar el vuelo.»
Álvarez nos cuenta que su apodo vino porque era inquieto desde niño: «Y coincidía con mi nombre de combate en la FACH y también coincide con el vuelo de una «ardilla voladora». Pero nació por ser inquieto», explica.
Álvarez de 30 años, inició su pasión en la FACH: «Mi carrera empezó en la Fuerza Aérea, hice el curso de paracaidismo cuando era cadete. De ahí, poco a poco seguí saltando y una vez que me retiré de la FACH lo llevé a la parte profesional«.
«Salí de la fuerza aérea, porque esto es mi pasión y mi sueño. El uso de un wingsuit requiere concentración (…) la capacidad física se lleva al límite y te pone a prueba. No hay margen de error«, relató la «Ardilla».
Álvarez realiza, durante los fines de semana dos saltos diarios, cuenta con más de 2000 saltos desde aviones y más de 700 saltos BASE.
De igual modo, viaja todos los años a Europa a realizar saltos desde las montañas más altas volando con su «traje de alas», deporte conocido como salto BASE. Sebastián es el sexto piloto de wingsuit más rápido del mundo, según la última carrera de Redbull Aces en donde logró esa posición dentro de 52 pilotos de todo el mundo.
A pesar de esta vasta experiencia, Álvarez admite que los nervios antes de un salto son normales: «A veces siento miedo, pero es un miedo controlado y es muy positivo porque mis sentidos y mi cuerpo se encuentran totalmente alerta y conscientes de lo que está pasando. Es natural sentir miedo, lanzarse así es arriesgado y si no se siente miedo, sería muy extraño e incluso peligroso.«
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