El magnesio es un mineral esencial para diversas funciones del cuerpo humano. Descubre para qué sirve y en qué alimentos podemos encontrarlo.
Qué es y para qué sirve el magnesio
Como mencionamos previamente, el magnesio es un mineral necesario para numerosas reacciones bioquímicas en el cuerpo humano. De igual modo, contribuye al funcionamiento de los músculos y nervios. Gracias a este mineral se mantienen constantes los latidos del corazón y se mantienen equilibrados los niveles de azúcar en la sangre.
Por otro lado, contribuye al fortalecimiento del sistema inmune y de la masa ósea. Además, proporciona energía, ayuda a la producción de proteínas y del material genético de las células.
Deficiencias de magnesio
Si los niveles bajos de magnesio se vuelven crónicos, se pueden elevar los riesgos de padecer presión arterial alta, diabetes, osteoporosis y enfermedades cardíacas. De la misma manera, se pueden presentar molestias en los músculos como hormigueos o entumecimiento y calambres. También puede causar fatiga y cansancio crónico, así como migrañas, nerviosismo, estreñimiento y dificultades para dormir.
Alimentos que lo contienen
Los alimentos que contienen este mineral son las legumbres, tales como garbanzos, lentejas, frijoles, soja y habas entre otras. También se encuentra en los cereales integrales, como el trigo, la avena, el mijo y en el germen de trigo.
Así mismo, está presente en las hortalizas de hojas verdes como la acelga, la espinaca, el brócoli y el kale. En la leche y sus derivados y en el chocolate oscuro. También está en los frutos secos como almendras, pistachos, nueces, avellanas y semillas de girasol. Además, se encuentra en los germinados y en otros alimentos fortificados con este mineral.
Es poco probable consumir magnesio en exceso a partir de la dieta. De ser el caso es fácilmente eliminado por medio de la orina. Sin embargo, si se obtiene por medio de suplementos, puede causar ciertos síntomas e interacciones con otros medicamentos.
Por eso, se recomienda consumir el magnesio por medio de los alimentos que lo contienen en una dieta balanceada. Los suplementos solo se recomiendan si son recetados por un médico especialista.