Según un informe realizado por el Caucus Hispano del Congreso llamado «La situación económica de la comunidad latina en Estados Unidos», los trabajadores en este país de origen latino son los peores pagados, ganando un 28% menos de lo que en promedio ganan los ciudadanos estadounidenses.
Mientras un residente de origen estadounidense gana alrededor de 829 dólares semanales, el empleado hispano gana 602 dólares a la semana aún cuando son el grupo étnico más grande representando el 17% de la población total del país.
La situación es más grave cuando se trata del salario de las mujeres hispanas en Estados Unidos. Según un informe emitido por The Institute for Women’s Policy Research, Las mujeres ganan 0.56 centavos por cada dólar que ganan los americanos y por cada 0.88 que ganan los hombres hispanos. Y desde el 2013 el aumento sólo ha sido de 1 centavo anual.
Parece que aún luego de tantos siglos de progreso y concientización de los derechos humanos, las mujeres siguen siendo siendo las que la sociedad automáticamente califica para trabajos de servicio o cuidado que son los que suelen pagar menos. Emily Baxter explica para American Progress que «La socialización cultural sobre lo que se considera un ‘trabajo de hombres y trabajo de mujeres’, además del valor de ese trabajo, en lugar de las cualidades de la mujer, llevan a las mujeres a realizar estas labores y no a los mejor pagados en otros terrenos menos tradicionales».
En un lugar donde las mujeres latinas son la cabeza del hogar en alrededor de 2.8 millones de familias, sus trabajos deberían ser más valorados.