Siempre se ha admirado la idea de darle la vuelta al mundo. Ha sido tema de libros famosos, películas increíbles y durante toda nuestra vida nos han inculcado esta idea como una de las fantasías que todo ser humano anhela cumplir.
Por esa razón queremos presentarte la increíble historia de una niña llamada Laura Dekker, una valiente y determinada aventurera que logró esta valorada hazaña con apenas 14 años de edad. Lo más increíble de todo es que lo hizo ¡completamente sola!
A pesar de que no fue un reto fácil de cumplir ella contó con lo más importante de todo, el apoyo incondicional de sus padres, tanto financiero como emocional. ¿Que increíble saber que tus padres confían tanto en ti verdad? Seguramente se lo habrá ganado…
Ésta es su increíble historia:
Aunque parezca mentira Laura es fruto del amor de sus padres mientras realizaban la misma travesía que ella anhelaba emprender. Ellos eran amantes de la navegación, y cuando se encontraban dándole “una vueltica al mundo”, en aguas de Nueva Zelanda nació Laura.
Así transcurrieron los primeros años de su vida, danzando entre olas se enamoró perdidamente del mar, y tantos puertos y personas, barcos y tormentas despertaron en ella ese gran vínculo que hace que un marinero nunca se desprenda del mar.
Esta “loca idea de viajar sola por el mundo” como le dirían los críticos más estudiados surgió en ella desde los 8 años, y es ahí cuando empieza esa gran travesía en la que lo más difícil no fue el mar, sino lograr que le permitieran cumplir su sueño.
No es sino hasta que cumple 13 años, cuando ya había logrado convencer a sus padres, que decide hacer público su descabellada intención. La llamaron loca, la justicia Holandesa se encargó de hacérselo lo más difícil posible, llegaron al punto de quitarle la custodia a sus padres tras el divorcio de la pareja. Los tribunales se aferraban a ideas como que no tenía la experiencia necesaria, o que debía ir a la escuela.
Laura decidió abrir un proceso judicial que duró unos interminables 10 meses en los que los tribunales le pusieron ciertas condiciones: debía demostrar que tenía las capacidades de navegación necesarias, debía conseguir un barco más grande y pase lo que pase debía mantener el contacto con la escuela. Finalmente logró conseguir el permiso.
El 21 de Agosto de 2010 zarpó desde Gibraltar a bordo de su barco “Guppy” (un Queche Jeanneau de 11,5 metros) con el que le tocó refugiarse de los huracanes en las Islas Canarias, llegó a Cabo Verde, cruzó el Atlántico hasta llegar a la isla de San Martin, luego disfrutó del cálido Mar Caribe hasta pasar por el canal de Panamá, hasta Las Islas Galápagos. Tonga, Fiji, Bora Bora, Asutralia, Sudáfrica, Y Nuevamente San Martín.
En total su travesía duró 518 días en los que debía hacer escalas para reabastecerse, descansar y compartir con la infinidad de culturas que se encontraba a su paso. Todo esto únicamente con su mejor amiga, su cámara, con la que grababa toda la experiencia.
Esta aventura también fue documentada por un equipo de grabación que la seguía por tierra y grababa sus paradas con el fin de plasmar todo en un increíble documental llamado “Maidentrip”, que ya está siendo proyectado en varios festivales de cine.
Como era de esperarse hoy en día Laura se encuentra trabajando en la industria náutica de su localidad, estudia duro para conseguir el título de capitán y comparte sus experiencias y aprendizajes impartiendo conferencias alrededor del mundo.
Si ella pudo… ¿por qué nosotros no? Persigue tus sueños y no dejes que te digan que no, piensa y trabaja a diario para lograr lo que deseas. Los grandes retos ameritan grandes esfuerzos, y la paciencia es la clave…
Mira el video aquí: