Según estudios recientes, la ciencia dice que el silencio es mucho más importante para nuestro cerebro de lo que creemos. En 2011, la Junta de Turismo de Finlandia llevó a cabo una campaña que utilizó el silencio como un «producto» de marketing, para atraer a la gente a visitar Finlandia y experimentar la belleza de esta tierra silenciosa.
Lanzaron una serie de fotografías únicas en la naturaleza y usaron el lema «Silencio, por favor». Simon Anholt, un consultor internacional de branding de países, añadió: «No hablar, sino actuar».
Con esta campaña, el silencio puede ser cada vez más atractivo. A medida que el mundo se vuelve cada vez más ruidoso y desordenado, puede encontrarse un respiro en los lugares silenciosos.
Según la ciencia, las células del cerebro regeneradas pueden ser simplemente una cuestión de silencio. Un estudio en 2013 sobre ratones, publicado en la revista “Brain, Structure and Function” utilizó diferentes tipos de ruido y silencio, registrando el efecto que el sonido y el silencio tenían sobre el cerebro de los ratones.
El silencio estaba destinado a ser el control en el estudio, pero lo que encontraron fue sorprendente. Los científicos descubrieron que cuando los ratones fueron expuestos a dos horas de silencio por día desarrollaron nuevas células en el hipocampo. El hipocampo es una región del cerebro asociada a la memoria, la emoción y el aprendizaje.
El crecimiento de nuevas células en el cerebro no necesariamente se traduce en beneficios tangibles para la salud. Sin embargo, en este caso, la investigadora Imke Kirste dice que las células parecían convertirse en neuronas funcionales.
«Vimos que el silencio realmente está ayudando a las nuevas células generadas a diferenciarse en neuronas e integrarse en el sistema«. En este sentido, el silencio puede literalmente hacer crecer tu cerebro. El cerebro está activamente internalizando y evaluando la información durante el silencio.
Un estudio en 2001 definió un «modo predeterminado» de la función cerebral que demostró que incluso cuando el cerebro estaba «descansando», estaba perpetuamente internalizando y evaluando la información.
La investigación de seguimiento encontró que el modo predeterminado también se utiliza durante el proceso de autorreflexión. Cuando el cerebro no se distrae con el ruido o las tareas orientadas a los objetivos, parece que hay un tiempo de silencio que permite un espacio de trabajo consciente para procesar las cosas. Durante estos períodos de silencio, su cerebro tiene la libertad que necesita para descubrir su lugar en el mundo interno y externo.
Este «modo» le ayuda a pensar en cosas profundas de una manera imaginativa. Como escribió una vez Herman Melville: «Todas las cosas profundas y las emociones son precedidas y asistidas por el silencio». El silencio alivia el estrés y la tensión.
Por otro lado, se ha encontrado que el ruido puede tener un efecto físico pronunciado en nuestros cerebros que resulta en niveles elevados de hormonas del estrés. Las ondas acústicas llegan al cerebro como señales eléctricas a través del oído. El cuerpo reacciona a estas señales incluso si está durmiendo. Se cree que la amígdala, (localizada en los lóbulos temporales del cerebro) que se asocia con la formación de la memoria y la emoción, se activa y esto provoca la liberación de hormonas del estrés.
Si usted vive en un ambiente consistentemente ruidoso es probable que experimente niveles crónicamente elevados de las hormonas del estrés.
Un estudio publicado en 2002 en “Psychological Science”, examinó los efectos que la reubicación del aeropuerto de Munich tuvo sobre la salud y la cognición de los niños.
Los niños expuestos al ruido desarrollan una respuesta al estrés que les hace ignorar el ruido. Lo llamativo es que estos niños, no sólo ignoraron los estímulos perjudiciales, sino que también ignoraron los estímulos a los que deberían prestar atención a tales como el habla.
El silencio parece tener el efecto opuesto al ruido en el cerebro. Mientras que el ruido puede causar estrés y tensión, el silencio libera la tensión en el cerebro y en el cuerpo. Incluso, un estudio publicado en la revista “Heart” descubrió que dos minutos de silencio pueden resultar aún más relajantes que escuchar música «relajante».
Se ha comprobado que el ruido perjudica el rendimiento de las tareas en el trabajo y en la escuela. También puede ser la causa de la disminución de la motivación y un aumento en los errores.
Los estudios también han concluido que los niños expuestos a hogares o aulas cerca de trayectorias de vuelo, ferrocarriles o carreteras de los aviones, tienen puntuaciones de lectura más bajas y son más lentos en su desarrollo del lenguaje cognitivo.
Pero no todo son malas noticias. Es posible que el cerebro restaure sus recursos cognitivos finitos. Según la teoría de la restauración de la atención, cuando usted está en un ambiente con niveles más bajos de entrada sensorial, el cerebro puede «recuperar» algunas de sus capacidades cognitivas. En silencio, el cerebro es capaz de restaurar algo de lo que ha sido «perdido» a través del exceso de ruido.
En este sentido, el viaje a Finlandia puede muy bien estar en su lista de cosas que hacer. Allí usted puede encontrar el silencio que necesita para ayudar a su cerebro. O, si Finlandia está fuera de su alcance por ahora, simplemente podría tomar un tranquilo paseo a un lugar pacífico en su vecindario. Esto podría demostrar que usted y su cerebro están en armonía.