El Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (CEFAA), un organismo gubernamental chileno de la Dirección de Aeronáutica Civil (DGAC, el equivalente a la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos) publicó un video tomado por un helicóptero de la Marina de una misteriosa nave en 2014.
El notable material fue capturado por los tripulantes de un Airbus Cougar AS-532, cerca de las 16.48 GMT con una cámara infrarroja Wescam montada en un helicóptero, normalmente utilizada en vigilancia aérea encubierta. Si has visto imágenes de drones Predator, has visto estas cámaras en acción.
Capturado al oeste de Santiago a una altitud de aproximadamente 4.500 pies (muy inferior a los aviones comerciales), el Fenómeno Aéreo Inexplicado (UAP, el nuevo término preferido para OVNIs) se observó primero a simple vista desde una distancia estimada de 35 a 40 millas.
El equipo del helicóptero – un capitán de la Armada y un técnico de cámara – capturó 10 minutos de algunos de los videos más desconcertantes tomados de un OVNI.
Descrito por el capitán como una «estructura plana y alargada» con «dos proyectores térmicos como descargas que no coincidían con el eje de movimiento», se puede ver el OVNI descargando una pluma química a aproximadamente ocho minutos del video. El color más oscuro indica una alta temperatura, como el capturado por la lente infrarroja.
Además del video en sí, los pilotos y la investigación posterior proporcionan una serie de razones adicionales para ver esto como, tal vez, el más consecuente avistamiento de OVNIS de la última década.
Durante el encuentro, el piloto entró en contacto con dos estaciones de radar independientes que no pudieron rastrear el objeto (su radar de a bordo también falló en recoger el OVNI) y confirmó que no había otro tráfico aéreo en la zona.
Múltiples intentos de contactar con la embarcación no recibieron respuesta. Durante los últimos dos años CEFAA ha estado compartiendo el video con expertos, entre ellos un químico nuclear, un astrofísico y expertos en video e imagen.
Hasta el momento, la única explicación mundana ofrecida provenía de la organización francesa, OVNI GEIPAN, cuyos analistas de video propusieron la posibilidad de un «avión de clase media» que descargara las aguas residuales de la cabina antes de aterrizar.
Los investigadores y testigos chilenos señalaron varias razones por las cuales esto sería improbable, incluyendo la falta de corroboración del radar, la improbabilidad de que un piloto experimentado no reconozca un avión y la falta de cualquier ruta de vuelo cercana programada para un aterrizaje en cualquiera de los dos aeropuertos cercanos.
Nota del editor: Esta nota fue actualizada el 2 de julio