Venezuela es un país lleno de gente calurosa y simpática, es una nación con sus altos y bajos pero que nunca pierde ese toque de carisma que caracteriza a sus habitantes. Es por eso que para cuando llega el momento de partir en busca de nuevas oportunidades, los venezolanos nunca logran volver a sentir ese calor que solo les puede ofrecer su patria. Cosas tan simples y cotidianas que nunca imaginamos que nos harían sentir nostalgia nos hacen extrañar nuestra tierra y recordar a nuestra gente con nostalgia. Conoce las 15 cosas que los venezolanos en el extranjero extrañan de su país.
1. Cuando vas a la panadería que está frente a tu casa
El hábito más agradable cuando vas por pan para la cena a tu panadería más cercana, lo que nadie sabe es por qué los dueños de estos establecimientos siempre son portugueses.
2. Un golpe de nostalgia cuando recuerdas la musiquita del heladero
Sobretodo los fines de semana. Esa cancioncita que, aunque tenía un toque tétrico, siempre te alegraba el día con un buen helado.
3. Uno de esos casos en donde extrañas algo que en su momento llegaste a odiar a muerte
El sonido de estos plumíferos siempre indicaba el comienzo de tu jornada, solamente superado por el sonido de vecinas chismosas. De hecho, ambos sonidos son muy similares.
4. Esa «segunda familia» que eran tus vecinos
Siempre podías contar con tus vecinos, sobre todo a la hora de una fiesta de cumpleaños o celebración de cualquier tipo, o simplemente para conocer los detalles de cualquier acontecimiento ocurrido en la residencia. Parte de la familia sin lugar a dudas.
5. Esa enorme y majestuosa referencia
Uno de los símbolos más importantes para el venezolano. Sitio de encuentro con amigos, para eventos culturales, para hacer ejercicios los fines de semana o, simplemente, como referencia inequívoca de dónde queda el norte.
6. Esa «bala fría» que nunca te dejaba mal
Definitivamente el mejor cierre después de cualquier jornada estresante de trabajo o fiesta de fin de semana. Especialmente las hamburguesas callejeras, con tantos ingredientes que no lograbas distinguir los sabores, pero de todas maneras eran sabrosísimas.
7. Comerse unas buenas empanadas luego de un día de playa
Un día de playa nunca estaba completo sin unas buenas empanadas de cazón o carne mechada. La alegría de los viajeros y el combustible perfecto para un día de diversión sin descanso.
8. Y cómo olvidar al kioskero de la esquina que nunca te dejaba mal
Sin importar qué siempre podías contar con tu amigo del kiosko, quien te fiaba lo que quisieras (mientras le pagaras después por supuesto) pero siempre te ayudó cuando andabas corto de dinero.
9. ¡Una fiesta no es fiesta si no hay tambores!
La cerecita sobre el pastel de cualquier fiesta venezolana. Incluso si no sabes bailar, los tambores siempre te hace mover el bote, es inevitable y divertido.
10. Ya sea por un Caracas- Magallanes, un Miss Venezuela o después de unas elecciones
El espíritu del venezolano es bastante festivo, por cualquier situación que amerite una felicidad colectiva, los fuegos artificiales están a pedir de boca.
11. Aquel señor del mercadito para el que siempre estabas en forma
La amabilidad criolla es única, llena de fraternidad y confianza, hace de nuestras compras algo más agradable de lo que se ve en otras latitudes.
12. Esa buena costumbre de dar los «buenos días»
La cortesía del venezolano es uno de sus puntos más fuertes. Un sencillo «buenos días» es cosa normal y rutinaria para cualquier persona criada en Venezuela.
13. «Eso es aquí mismito, mira: tomas la calle de la izquierda después del policía acostado, luego subes 3 calles hasta una casita amarilla donde vive una viejita bien chévere, luego tomas la calle de en frente y subes, pero ojo, si ves un poste de luz caído te pasaste»
Las explicaciones más sencillas que te puedas imaginar las da un venezolano, a pesar de que puedan parecer algo complicadas al principio, nunca te perderás con instrucciones tan detalladas.
14. Aunque tendrás una nueva variedad de quesos que probar, éstos nunca superarán al queso telita, guayanés o el de mano
El queso blanco venezolano no se ve en ningún otro sitio ¿Arepa de queso de mano? Solo en Venezuela. Una cachapa sin un buen queso telita o guayanés no es una cachapa venezolana.
15. Y lo más importante, pase lo que pase al venezolano lo chalequeador no se lo quita nadie
El venezolano tiene ese maravilloso don de verle lo gracioso a cualquier situación por más difícil que sea. Es el optimista por excelencia, siempre dispuesto a verle lo bonito a la vida y darle un toque de humor a cualquier momento.