Llevar lentes no es tan fácil como parece. Muchas cosas que para los demás suelen ser cotidianas pueden crear momentos incómodos para los que usan estos dispositivos. Además, estas personas se enfrentan a numerosos retos que causan tanto frustración como risa. Es por eso que te traemos estos 15 momentos en los que usar lentes te puede hacer reír y llorar.
1.Cuando finalmente llegas a casa del trabajo y quieres acostarte pero sin quedarte ciego
Nada se compara con lanzarse a la cama a descansar luego de un largo día de trabajo, a menos que uses lentes. Para estos desafortunados lanzarse a una cama supone una cara lastimada y una visión borrosa.
2. Cuando despiertas y quieres disfrutar de una tasa de café caliente y vaporoso
Mientras que para la mayoría tomarse un café al levantarse a trabajar suele ser algo tranquilo y reconfortante, para los que usan lentes significa tomar una decisión: tomar un enérgico café, o conservar una visión nítida.
3. Cuando tu amigo te pregunta si puede probarse tus lentes y te las regresa con huellas dactilares grasosas en el cristal
Una de esas situaciones que puede poner en riesgo la amistad más fuerte. Es algo bastante común pedirle a un amigo sus lentes para detallar qué tan ciegos están o notar si necesitamos lentes también, pero regresarlas con marcas de grasa provenientes de tus dedos es considerado una gran ofensa para estas personas.
4. Limpiando la casa entera en busca de tus lentes, para luego encontrarlas arriba de tu cabeza
Una de esas cosas que te hacen pensar que tus lentes tienen vida propia y les gusta jugarte este tipo de bromas. Como por arte de magia «desaparecen» misteriosamente y solo puedes sentirlos en tu cabeza cuando ya pusiste patas arriba la casa entera.
5. Cuando recién comienzas a llevar lentes versus un par de años después
A todos nos pasa que al momento de estrenar algo nos preocupamos porque nos dure siempre, y procuramos cuidarlo y tratarlo delicadamente, sin embargo, con el pasar del tiempo terminamos descuidando nuestras cosas inevitablemente y ya no están tan bien conservadas. En el caso de las personas con lentes, este descuido puede llegar a ser muy incómodo cuando comienzan a ver rayones y manchas gracias a sus lentes viejas.
6. ¡Condenada lluvia!
La lluvia es el principal enemigo de las personas con lentes. Andar por la calle con unos lentes mojados supone un reto para estas personas, que deben maniobrar para llegar a sus destinos con una visión parcial de lo que los rodea.
7. Cuando pierdes tus lentes y no puedes encontrarlos porque no puedes ver sin tus lentes
Otra de esas situaciones que nos hacen sospechar que los lentes tienen vida propia y les gusta jugar con nosotros. Se convierte en algo desesperante tratar de encontrar algo cuando lo único que necesitas para hacerlo es eso mismo que estás buscando, y éste es el mejor ejemplo de eso.
8. A menudo mis amigos me preguntan por qué siempre llevo lentes de sol tan grandes
Para las personas con lentes, usar lentes de sol requiere de cierta ingeniosidad. No solo para mantenerse a la moda, si no para eventos cotidianos como ir a la playa o al cine a ver una película en 3D.
9. ¡No, no soy bizco!
El momento embarazoso en el que pierdes tus lentes y debes aguzar la visión si no quieres tropezar con todo lo que se te atraviese. Nunca faltará quien note la cara tan graciosa que pones cuando te encuentras en esta situación. Así es la vida.
10. Cuando la gente te pide que te quites los lentes, y tú respondes algo como: «ok, ¡pero no te rías!»
Tus amigos están tan acostumbrados a que uses lentes que suelen sorprenderse cuando te los quitas por la razón que sea. Incluso pueden verte como una persona totalmente diferente, tal como sucedería si Clark Kent se quitara los lentes para revelar que es Superman.
11. El invierno es la mejor estación del año, especialmente cuando entras a un cuarto caluroso desde afuera en un día frío
Como si el friolento y solitario invierno no fuera lo suficientemente triste, tener que tolerar una visión nublada cada vez que ingresamos a un cuarto puede dar un aire melancólico adicional a esta temporada.
12. Doctor: lee las letras que aparecen en la tabla optométrica. Yo: Doctor, ¿dónde está?
Un momento muy crucial para toda persona con lentes, cuando debes renovar tu licencia para conducir, realizar una consulta rutinaria con el oftalmólogo o incluso, reclutarte en el ejército, y caigas en cuenta de lo ciego que realmente estás.
13. Han pasado exactamente 10 minutos desde que limpié mis lentes
Es el trabajo de nunca acabar. Por más que te dediques a mantener tus lentes limpios, nunca pasarán más de 10 minutos en esta condición. Así que acostúmbrate a tener una visión parcialmente obstruida de vez en cuando.
14. Como veo sin lentes/ Como mis amigos piensan que veo sin lentes
Los mitos acerca del poder de los lentes son muchos. Por ejemplo, creer que una persona con lentes puede llegar a tener una visión tan estropeada como para no distinguir bien cuántos dedos se le ponen al frente es absurdo, es otra de las creencias con las que estos pobres deben aprender a vivir.
15. Cuando comienzas a usar lentes de contacto pero el hábito de reajustar tus lentes permanece
Esa vieja costumbre de acomodarse los lentes de vez en cuando ha llegado a ser tan rutinaria que solemos mantenerla, incluso, cuando ya no usamos lentes. Es una manera muy fácil de identificar a aquellas personas que ahora usan lentes de contacto.
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