Un funcionario local en el sur de España se disculpó luego de rociar playas con cloro, lo que causó indignación entre los ambientalistas.
Los tractores rociaron la costa arenosa en Zahara de los Atunes, Andalucía, con cloro a principios del mes en un aparente intento de limpiar el coronavirus, pero la medida generó fuertes críticas.
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«Si tan solo pudieran entender el daño que han hecho al ecosistema«, dijo el lunes María Dolores Iglesias Benítez, de la Asociación Voluntarios Ambientales Trafalgar, una organización ambiental local.
La lejía habrá matado insectos y moluscos que viven en la arena, dijo, y los tractores podrían haber dañado los nidos de las aves.
Iglesias Benítez y su organización trabajan para proteger las playas locales y las aves que viven allí, incluido el chorlitejo y el veloz.
«Veamos si alguien que tiene un pájaro como mascota piensa en tomar esta solución y lavar su ave en ella«, dijo.
España ha sido gravemente afectada por el coronavirus, registrando el segundo mayor número de casos en todo el mundo y registrando más de 24,200 muertes, según las cifras recopiladas por la Universidad Johns Hopkins.
La controversia sobre la fumigación atrajo la atención de Greenpeace España.
«Fumigar playas con cloro en medio de la temporada de anidación de aves… no es una de las ideas de [Donald] Trump», tuiteó la organización. «Está sucediendo en Zahara de los Atunes».
Iglesias Benítez estima que este año anidan entre 17 y 20 chorlitos de Kent en el tramo de arena, y la fumigación ha «destruido el área».
Pulverizar la playa para deshacerse del coronavirus es una «tontería absoluta» porque la arena es limpiada por las mareas y la lluvia, además nadie ha estado en la playa durante semanas debido a las estrictas medidas de bloqueo de España, agregó.
El funcionario local Agustín Conejo admitió que la fumigación fue una mala idea.
«Reconozco que fue un error, pero se hizo con las mejores intenciones», dijo a la emisora Canal Sur, y agregó que la idea era hacer que la playa fuera segura para las personas en preparación para levantar las medidas de cierre.
El primer ministro español, Pedro Sánchez, anunció una transición a una «nueva normalidad» el martes.
A partir del 4 de mayo, a los residentes se les permitirá reanudar progresivamente sus actividades después de estar confinados en su hogar desde el 14 de marzo, ya que España se vio afectada por la pandemia.
Se espera que el proceso continúe por hasta ocho semanas.
España fue el segundo mayor destino turístico internacional del mundo en 2018, con 83 millones de visitantes, según la Organización Mundial del Turismo de la ONU.
Sin embargo, un alto funcionario del gobierno dijo el miércoles que la industria turística del país no debería reiniciarse por completo hasta que la Unión Europea vuelva a abrir sus fronteras internas y externas.
«Una gran parte de nuestra economía depende de los movimientos de visitantes internacionales y de españoles», dijo el funcionario. «Pero tenemos que tener un sistema de salud que pueda cuidar a cualquiera que esté en España. Esa es la cuestión fundamental».