Si crees que has exagerado un poco sobre tu vida en las redes sociales, pues te sorprenderá lo que hizo esta chica, una diseñadora gráfica holandesa llamada Zilla van den Born, que engañó a todos sus seres queridos, entre familiares y amigos, haciéndoles creer que se había ido de vacaciones a Asia durante 42 días, usando photoshop en todas sus fotos del supuesto viaje.
La chica le dijo a familiares y amigos que disfrutaría de unas vacaciones exóticas en Asia Sudoriental durante cinco semanas como parte de un proyecto universitario. Pero en realidad se quedó en su casa en Ámsterdam y utilizó photoshop para crear unas imágenes que realmente hacían creer que estaba de viaje y las publicaba en Facebook.
Zilla cuenta que su objetivo no era engañar, sino demostrar que la gente no muestra la verdad en las redes y que es muy fácil modificar imágenes usando photoshop:
«Hice esto para mostrar a la gente que filtramos y manipulamos lo que mostramos en las redes sociales, creamos un mundo ideal que la realidad ya no puede cumplir”.
«Mi objetivo era demostrar qué tan común y fácil es para las personas distorsionar la realidad. Todo el mundo sabe que las imágenes de los modelos son manipuladas, pero a menudo pasan por alto el hecho de que manipulamos la realidad también en nuestra propia vida«.
Todo el experimento comenzó cuando ella hizo que sus padres la despidieran en el aeropuerto, luego de que ellos se fueron, se regresó a su casa y comenzó el engaño ayudada por su novio, quien estaba al tanto de la mentira.
La chica aparece en las fotos alteradas con photoshop disfrutando del buceo, de hermosas playas, de la comida asiática, de viajes en los típicos tuk-tuk e incluso, visitó un templo budista. Pero en realidad, las fotografías fueron tomadas en su propia piscina, el templo estaba en Ámsterdam y la auténtica comida asiática fue, de hecho, cocinada por Zilla.
También recreó la ilusión de una habitación de hotel de Tailandia en su propio cuarto, utilizando viejas decoraciones de Navidad y un paraguas, para engañar a sus padres durante las llamadas por Skype.
Para completar la farsa, envió mensajes de texto en medio de la noche y publicaba fotos de souvenirs asiáticos que en realidad había comprado en tiendas locales.
Finalmente reveló la verdad a familiares y amigos, pero ellos no reaccionaron del todo bien, algunos se rieron del engaño pero algunos familiares se sintieron decepcionados.
Zilla declaró que su mayor preocupación era si decirle o no a su madre acerca de su proyecto secreto. Ella en última instancia decidió no decirle nada a nadie acerca de lo que iba a hacer. Excepto a su novio, que la ayudó con la captura de imágenes falsas. Mientras estuvo en Ámsterdam tenía que salir disfrazada para que nadie la reconociera.
Después de más de un mes de disfraces y de engaños, van den Born envió a sus amigos y familiares videos que revelan cómo ella simuló todo el asunto.
«Si tuviera la oportunidad de hacerlo de nuevo, no creo que lo haría«, dijo. «Realmente subestimé el impacto del proyecto sobre mí y sobre la gente a mi alrededor«. Al final le pareció que todo había sido una mala idea.
Agregó: «Vivimos en una cultura visual en la que se entrelazan los medios de comunicación y la realidad y es difícil distinguir entre realidad y representación. Todos los días vemos una serie de imágenes, lo que hace que sea posible ver el resto del mundo desde nuestras salas de estar…descubrí Tailandia, Camboya y Laos desde mi escritorio«.
¿Y tú qué opinas? ¿Crees que este experimento social se le fue de las manos o estaría bien engañar a tus seres queridos para probar un punto de vista?
Mira el video completo aquí: