Desde que existe la humanidad, se tiene una gran fascinación con las estrellas, especialmente con la duda de si en ellas existen o no, criaturas de origen extraterrestre.
El hombre descubrió el vuelo en el siglo XX, a partir de allí, esta práctica se llevó a nuevos niveles. Una vez que tuvimos la tecnología suficiente para ver más allá de nuestra propia atmósfera y para viajar a través de todo el mundo, tanto los científicos como el público en general, se propusieron por igual, objetivos más ambiciosos.
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Por supuesto, la Humanidad hizo sus mejores esfuerzos en la década de 1960, donde se hizo posible el viaje espacial y dentro de esto, lo más notable es el hombre pisando la luna.
Sin embargo, algunos de los descubrimientos más interesantes sobre el espacio, giran en torno a los dados por los visitantes potenciales del mismo, en vez de los realizados por el propio hombre. En la década de 1950, un telescopio avistó un satélite llamado el Caballero Negro, un un objeto extraño e inexplicable, que orbita alrededor de la Tierra.

Durante los años 50, estaban dadas las condiciones para que, en cualquier momento, la gente esperara un visitante «desde el cielo». Por lo tanto, se despertó un frenesí alrededor de este extraño satélite.

Hoy en día, han surgido muchas explicaciones para la existencia de este satélite; un trozo de escombros, una alucinación o un visitante de otro planeta. Hasta la fecha, sólo en una ocasión se registra la interacción de dicho objeto con un hombre; pero se creyó que era una alucinación por parte del piloto. Podrían ser simplemente escombros.
Sin embargo, lo que sí es cierto es que hasta la fecha, el satélite sigue causando controversia siempre que se menciona.
