Juan Manuel Jacinto es de La Plata, trabaja en Buenos Aires, y le mandaba mensajes a su novia desde el colectivo, cuando mirando sus dedos rebotar casi automáticamente de una a otra letra de la pantalla, se hizo la pregunta: ¿Cómo hace una persona ciega para hacer algo tan común en 2016 como mandar un mensaje de texto?
Ese día llegó a su casa, buscó en Internet, y se dio cuenta que en el mundo, en días en que gente viaja en drones, pantallas traducen carteles, podemos mirarnos y hablarnos en tiempo real con personas en otros continentes, no hay nada que le permitiera a una persona que no ve, hacer algo tan básico en 2016 como enviar un mensaje privado de texto.
¿Cómo medir una buena idea? No hay precisiones, pero hacerlo en relación a la gente que ayuda, podría ser un lugar desde el que empezar a pensarlo. Según un relevamiento del año 2014, la ceguera es una discapacidad que afecta entre el 1% y 4% de la población de los países latinoamericanos. Esto significa una cifra importante para los países de la región, considerando que en su mayoría son países que se encuentran en desarrollo y sufren un fuerte impacto a nivel social.
Los países dejan de contar con el trabajo de 2% a 8% de la población, teniendo en cuenta que gran parte de las personas ciegas requieren la ayuda de al menos un miembro de su hogar que también debe dejar de trabajar para cuidar de ellos. Es por eso que todo lo que ayude a una mayor independencia del no vidente, suma mucho.
«No existe ninguna app similar a esta en el mundo. De hecho, hay para aprender a escribir braille en celulares, pero no para escribir mensajes, es decir, vía comandos borrar, espaciar y poder chatear como si fuese un teclado funcional», le explica Juan a minutouno.com y precisa: «La idea es que los ciegos puedan escribir rápido, cómodos y con privacidad en sus celulares». Eso es Brailling.
¿Cómo funciona Brailling?
«Brailling no tiene plan de negocios bilateral; por lo tanto, no tendremos ganancias a la hora de que la comunidad en general utilice nuestra aplicación. Será gratuita y libre de publicidad para todos nuestros usuarios«, aclara este emprendedor de 22 años, que aclara: «No vamos a cobrarles a los ciegos por el uso, porque sería seguir dejándolos afuera de la tecnología y no estaríamos incluyéndolos en la sociedad tecnológica».
«Con esta aplicación queremos diferenciarnos de las grandes empresas para ciegos, sean de software y de hardware, ya que no hay no hay nada como esto aún y no han aportado con ninguna aplicación similar para el uso de la comunidad no vidente», detalla sobre el proyecto.
Juan, recibido en artes multimediales, especializado en marketing y programación web, cuenta además con la ayuda de Fernando Juárez, encargado de la programación para el demo test que hicieron este mes, Osvaldo Morate, quien editó y filmó el clip de la campaña y material fotográfico y su hermana, Paula Jacinto, traductora y que ayuda con la traducción al inglés.
«Todos se unieron por una causa en comun, ya que a Fer y a Osvaldo los conocía pero no teniamos relación de amistad como para realizar un proyecto semejante, a todos nos unió esta gran idea que tiene un fin comunitario, de ayuda e impacto social«, aclara.