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Conoce la historia de Andoke, un modelo de turismo sostenible en Colombia

Andoke es un lugar a pocos kilómetros de la ciudad de Cali, al suroeste de Colombia. Fue fundado en 1986 por una pareja, Alejandro y Maria del Carmen, quienes con mucho esfuerzo y amor han logrado construir un sueño que reúne ideas y anhelos de ambos.

La palabra Andoke viene de una tribu indígena y caníbal del Amazonas Colombiano, su significado se aproxima a “hombres de piedra”. Alejandro vivió un tiempo con ellos mientras estuvo viajando por el país, estudiando y recolectando las heliconias y la elección del nombre va de la mano con su afinidad por las piedras.

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Cuando la pareja llegó a Andoke, el lugar era un terreno desprovisto de vegetación y ellos se instalaron a vivir en una carpa mientras construían su hogar. Inicialmente construyeron su propia casa, usando materiales reciclados y de la región, buscando que ésta armonizara con la naturaleza.

Después de dos años, decidieron construir un mariposario de 300 m2, que cuenta con mas de 15 especies de mariposas nativas. Fue pensado inicialmente como un hobby para ambos y actualmente cuentan con un tour bien estructurado y dirigido por guías conocedores de la región, de la biología de las mariposas y del mariposario, que además ofrecen talleres pedagógicos para los colegios.

Con material reciclable, han elaborado un sendero ecológico que permite el avistamiento de aves y han construido casetas que cuentan con un paisaje increíble de las montañas.

Debido a que este lugar ha llamado la atención de miles de visitantes, decidieron adquirir un terreno adicional, que inicialmente fue pensado para un parqueadero, pero que posteriormente se destinó a ser el lugar donde construirían un increíble mapa de Colombia de 2.000 m2 de extensión, único en el mundo, construido con rocas, plantas y arboles. En este mapa se pueden además encontrar esculturas en roca de los animales endémicos de cada región de Colombia y las culturas indígenas.

En la actualidad sus energías están dirigidas hacia la educación de los niños (desde los 2 a los 18 años) sobre el cuidado y protección de la naturaleza, mediante talleres de aprendizaje a través del juego, que traen vida y alegría a las clases. Con los grupos empresariales realizan talleres de liderazgo, manejo de residuos solidos y de trabajo en equipo, a partir de la vivencia donde se atraviesan obstáculos y se superan retos. Su hija estudió gastronomía en Argentina y ofrece cenas románticas al aire libre en medio de este espectáculo de fauna y flora.

Es un lugar donde se respira naturaleza y tranquilidad, que recomendamos visitar a quienes tengan la oportunidad.

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