Poder hablar con nuestros amigos, compañeros de trabajo o miembros de nuestra familia a toda hora, en cualquier lugar y el tiempo que tengamos ganas de hacerlo es algo que damos por sentado. Pero hubo un momento en el que las cosas no eran de ese modo y todo costaba más. Todo esto podemos hacerlo de manera sencilla gracias a la masividad del Internet. Tanto en nuestros teléfonos móviles como en casa, esta herramienta es clave en nuestras vidas. Existen varias opciones de paquetes y velocidades a contratar, dependiendo de cuáles sean nuestras necesidades. ¿Quieres conocer más? ¡Haz clic acá!
Además de comunicarnos de forma constante con quienes queramos hacerlo, Internet nos beneficia de muchas otras maneras. ¡Imagina irte de viaje a una ciudad desconocida y tener que verificar las calles en un mapa físico! Impensado hoy en día, que dentro de un pequeño equipo móvil tenemos mapas que se actualizan de manera constante, y sugerencias de restaurantes y atracciones a visitar en la ciudad en la que estemos.
El trabajo en la era de Internet
Más allá del ocio de poder ver películas y series en cualquier lugar y momento, a demanda, la existencia y masividad de Internet nos ha sido útil para temas laborales. ¿Cómo? Bueno, podemos comenzar con las búsquedas laborales. Ya no tienes que comprar el periódico cada día para chequear qué avisos de trabajo han salido. No tienes que imprimir varias copias de tu Currículum para caminar y caminar las calles, entregándolo a los lugares con carteles de “se busca empleado”. Hoy en día existen portales de búsqueda laboral y redes sociales que nuclean las ofertas de trabajo existentes. Puedes filtrar por país, ciudad, por sector, puesto, si buscas algo full o part time, freelance y demás. ¡Simple y sumamente útil!
Por otra parte, encontramos miles y miles de cursos online, que no requieren que nos movilicemos de un lado a otro, sino que podemos tomarlos en su totalidad a través de la web. De este modo, profundizar nuestros conocimientos a través de la educación también se ha vuelto un millón de veces más sencillo de lo que siempre ha sido. Además, las ofertas son mucho más amplias. Hay desde talleres pagos y muy completos, hasta pequeños cursos gratuitos que siempre aportan a expandir nuestro know-how en diversas técnicas y áreas.
¡Ni hablar si tú tienes un emprendimiento! Gracias a las redes sociales, estos negocios han podido crecer, mucho más rápido y más fácil de lo que hubiera sido en un momento en el que Internet no existía como tal. Estos emprendedores han logrado posicionar sus negocios en sus ciudades y en todo el país, además de a nivel internacional. Publicitar en la web se ha vuelto cada vez más sencillo y es un punto clave para que cada vez más personas puedan acceder a lo que estás ofreciendo. ¡Bienvenida seas, Internet!
¿Qué me conviene contratar en mi hogar?
Nuestra primera recomendación es que no contrates un plan de Internet o un paquete de forma impulsiva. Como mencionamos anteriormente, Internet nos ha venido a hacer la vida más sencilla y práctica. Esto aplica también a la compra de servicios: hoy tienes la posibilidad de comparar de forma online los servicios ofrecidos por las diferentes compañías prestadoras de Internet. Es esencial que sepas en primera instancia con cuánto presupuesto cuentas por mes para destinar a esto, para poder comenzar a buscar packs de Internet.
Cuando ya tengas eso definido, piensa en el uso que le das a Internet. ¿Trabajas desde tu casa todos los días usándolo? ¿Solamente chequeas los mails y utilizas documentos en Drive? Si la respuesta es sí, entonces no necesitas velocidades sumamente amplias, pero si además de todo eso, son más de 2 personas las que usan Internet a la vez, si tú u otra persona la usa para descargar de manera constante películas y series, o para jugar juegos online, entonces la recomendación es que intentes contratar mayor velocidad, para no tener problemas más adelante.
En resumen, Internet ha venido a cambiar nuestra vida de manera positiva, y con muchas opciones de contratación, ajustándose a cada una de nuestra necesidades. Y tú, ¿qué es lo que más disfrutas de Internet?