El trastorno de ansiedad social (anteriormente conocido como fobia social) puede ser un obstáculo importante para su felicidad, salud y capacidad para alcanzar su potencial en las relaciones y en el trabajo.
Aquí hay un escenario común:
Eres el tipo de persona a la que le gustan los demás. Quieres amigos, quieres pasar el rato con tus compañeros de trabajo para tomar un refrigerio, y definitivamente no quieres a alguien con quien pasar el rato los viernes por la noche. Simplemente no puedes hacer que tu realidad encaje con tus deseos.
Después de desear poder ser audaz en el trabajo, hacer amigos y pedir ese aumento, en el momento en que lo invitan a jugar golf con su jefe, hacer una presentación para el equipo o asistir al aniversario de un amigo, te escapas. No te sientes lo suficientemente inteligente, lo suficientemente digno, lo suficientemente preparado, nunca es suficiente… así que dices «no» a lo que te gustaría poder hacer.
Entonces, por un lado, estás feliz porque lograste evitar el encuentro personal que te provocó ansiedad, pero al mismo tiempo te sientes miserable porque, una vez más, no perseguiste lo que más deseas. Esto puede dañar aún más su autoestima, lo que solo lo hace menos apto para volver a intentarlo la próxima vez.
El círculo vicioso puede continuar durante años. Claramente, este trastorno tiene el potencial de robarle su salud o impedirle alcanzar sus metas en el trabajo y tener relaciones positivas y saludables.
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¿Qué es el trastorno de ansiedad social?
Según el Instituto Nacional de Salud Mental, el trastorno de ansiedad social (anteriormente conocido como fobia social) es un «miedo intenso y persistente de ser notado y juzgado por otros» en la medida en que puede impedirle alcanzar su potencial en el trabajo y otros. áreas de tu vida.
No es «solo» ser tímido. La ansiedad debe durar más de seis meses y causar un «impedimento considerable» en su vida, según el Manual de diagnóstico y estadística. Además, la ansiedad debe ser constante, intensa e incapacitante para calificar.
Según Social Phobia org, la ansiedad social es el tercer problema de salud mental más grande del mundo y afecta al 7% de los ciudadanos estadounidenses. A menudo (no siempre) comienza alrededor de la escuela secundaria, que es inherentemente un período de intensa autoconciencia.
Las teorías
La investigación aún está dividida sobre la causa del trastorno de ansiedad social, pero algunas teorías indican que existe un componente genético/heredable, mientras que otras argumentan que puede ser un comportamiento aprendido.
Otros creen que el problema es multideterminado y puede ser una combinación de genética, aprendizaje social y otros factores combinados.
10 escenarios que son desencadenantes potenciales del trastorno de ansiedad social
La Asociación de Ansiedad Social enumera varios escenarios que pueden desencadenar su ansiedad, incluidos estos comunes:
- Ser objeto de burlas o críticas
- Tener que decir algo en una situación pública formal
- Ser el centro de atención
- Conocer a personas con autoridad («personas importantes/figuras de autoridad»)
- Sentirse inseguro y fuera de lugar en situaciones sociales (“No sé qué decir”).
- Ser observado
- Sentirse avergonzado (por ejemplo, sonrojarse, temblar)
- Ver los ojos de otras personas
- Tragar, escribir, hablar, hacer llamadas telefónicas si está en público
- Ser presentado a otras personas
3 categorías principales de síntomas del trastorno de ansiedad social
Cuando nos encontramos con nuestros factores desencadenantes, los pacientes tienden a volverse sintomáticos. Según Psycom, existen 3 categorías principales de síntomas para este trastorno:
Ansiedad social: Síntomas físicos
Corazón acelerado, mareos, problemas estomacales, rubor, sudoración, temblores y boca seca
Ansiedad social: Síntomas emocionales
Ataques de pánico, mala imagen corporal, nerviosismo, altos niveles de ansiedad y miedos.
Síntomas conductuales
Evitar lugares/situaciones en las que cree que será el centro de atención; no realizar actividades por temor a la vergüenza; aislarse, dejar la escuela o el trabajo, abuso de sustancias.
El contacto visual deficiente, la mente en blanco, hablar en voz baja, la timidez y la sensación de incomodidad también son comunes. Recuerde: estos síntomas pueden ser «normales». Solo estamos buscando una situación en la que sea un verdadero obstáculo para ser funcional.
Qué hacer al respecto
El factor importante es hacer algo con su fobia social, ya que puede perpetuarse con el tiempo. Aquí hay algunas ideas de cómo empezar.
Pregunte a un médico
No te autodiagnostiques, pregúntale a un médico. Si le preocupa que la ansiedad social le impida alcanzar su máximo potencial, busque la consulta de un profesional de la salud mental o un proveedor médico. ¡No sufras en silencio!
Menos del 5% de las personas con ansiedad social buscan tratamiento después de que comienzan los síntomas y, de hecho, 1/3 de los que la padecen informa haber tenido síntomas durante diez años o más antes de buscar ayuda.
Este es un impedimento innecesario para su bienestar, porque los estudios indican que esta condición es altamente tratable. De hecho, un estudio afirma una mejora del 85% y, a veces, una recuperación completa después del tratamiento.
Un médico de familia, un médico de medicina interna, un psicólogo o un psiquiatra se encuentran entre los tipos de proveedores con experiencia en el diagnóstico y tratamiento del trastorno de ansiedad social. Asegúrese de revisar las reseñas y recomendaciones en su comunidad.
Consejo de un experto
Los proveedores de salud mental experimentados siempre se aseguran de que otros factores no sean la causa de su problema antes de asignar un diagnóstico psiquiátrico. Muchos problemas médicos, medicamentos e incluso el abuso de sustancias pueden simular problemas psiquiátricos, por lo que es esencial descartarlos primero.
Nota especial: asegúrese de que su proveedor considere todos los ángulos sin hacer suposiciones porque algunas personas realmente tienen síntomas psiquiátricos genuinos y problemas médicos coincidentes que pueden imitarlo.
Los diagnósticos pueden volverse complejos, por lo que solo un proveedor acreditado debe diagnosticar sus inquietudes.
¿Qué debe esperar?
La mayoría de los proveedores realizarán una evaluación de admisión en la que tomarán un historial completo, compararán sus síntomas con los criterios del DSM-5, le proporcionarán una lista de verificación de ansiedad u otro tipo de instrumento de prueba de autoinforme y revisarán sus registros médicos, por nombrar algunos.
Esté preparado para hablar honestamente sobre su historial, ya que cuantos más datos, más precisos serán su diagnóstico y sus recomendaciones.
Opciones de tratamiento
Tratamientos psiquiátricos
Los tipos de tratamiento más comunes para la ansiedad social son la psicoterapia, la medicación o alguna combinación de los mismos.
Si elige tomar medicamentos, su médico puede ayudarlo a decidir cuál es el adecuado para usted. Asegúrese de preguntar cuánto tiempo llevará notar la mejoría, los posibles efectos secundarios y cómo sopesar los riesgos y los beneficios del medicamento.
En cuanto a la psicoterapia, la terapia cognitiva conductual es una opción común y se han encontrado resultados particularmente buenos al usar la terapia cognitiva combinada con un grupo de terapia conductual.
Si bien la perspectiva de un tratamiento grupal puede parecer aterradora, se considera importante para que pueda trabajar sus síntomas en escenarios de la vida real con otros miembros del grupo.
¿Cuál es el objetivo del tratamiento psiquiátrico?
Una buena meta a la que aspirar en el tratamiento del Trastorno de Ansiedad Social es disminuir los síntomas, aprender a reformular los pensamientos negativos sobre uno mismo, desarrollar confianza en situaciones sociales, lo que al final debería ayudarlo a desarrollar el tipo de amistades, relaciones, trabajos y otras oportunidades que antes no podía negociar por su cuenta.
Alternativas
Algunas organizaciones son defensores de la medicina alternativa como tratamiento complementario. Los tratamientos como el masaje, la meditación, la atención plena, la hipnoterapia y la acupuntura son lugares comunes.
Los expertos también sugieren varias estrategias de autocontrol (identificar un momento específico para preocuparse durante el día, convertirse en un experto en sus factores desencadenantes, etc.).
Técnicas de estrés y relajación (por ejemplo, ejercicios de respiración, atención enfocada) y yoga (posturas físicas, respiración y meditación). También se recomienda el ejercicio, como en muchas otras áreas, pero consulte con su médico antes de comenzar un plan de ejercicios.
Apoyo de la comunidad
Muchas iglesias, clubes y organizaciones locales brindan apoyo y oportunidades de curación para el trastorno de ansiedad social.
Ayúdate a ti mismo
Hay organizaciones que brindan muchas ideas para la autoayuda como primer paso o como complemento del tratamiento formal. Aquí hay algunas ideas para ser proactivo en su cuidado:
- Infórmese sobre los medicamentos y las opciones de tratamiento.
- Conozca sus factores desencadenantes y estresantes personales y planifique con anticipación.
- Participe activamente en su tratamiento.
- No renuncies si no te está ayudando. Sigue así hasta que algo lo haga.
- Vive un estilo de vida saludable: haz ejercicio, elimina el estrés y cuida tu dieta.
- Evite las drogas y el alcohol, ya que afectan el equilibrio emocional, el sueño y pueden interactuar con los medicamentos. Esto incluye demasiada cafeína.
- Únase a grupos de discusión en línea.
La práctica mejora
La clínica Mayo recomienda que los pacientes participen en situaciones sociales estando con aquellos con quienes se sienta cómodo. Luego, aumente lentamente el «riesgo» diversificándose un poco más.
En lugar de lanzarte a una fiesta de fraternidad salvaje, es posible que primero quieras tomar una clase pequeña e interesante en la que el maestro hable la mayor parte del tiempo.
Es posible que descubra que estos son entornos «seguros» para conocer gente, ya que están muy estructurados y hay una razón inherente para hablar con sus compañeros. También nivela el terreno de juego ya que todos son “nuevos” en este entorno social.
Mayo sugiere además que realmente practiques la socialización, tal como podrías practicar el piano:
- Coma con un pariente cercano, amigo o conocido en un lugar público.
- Haz contacto visual a propósito y devuelve los saludos de los demás, o sé el primero en decir «hola».
- Hazle un cumplido a alguien.
- Pídele a un empleado de la tienda que te ayude a encontrar un artículo.
- Obtenga direcciones de un extraño.
- Muestre interés en los demás: pregunte sobre sus hijos, nietos, pasatiempos o viajes, por ejemplo.
- Llama a un amigo para hacer planes.
Si bien estas pueden parecer tareas básicas para nuestros amigos más extrovertidos, esto puede parecer insuperable para nuestros amigos con trastorno de ansiedad social.
Sea amable con usted mismo
Aprender estas nuevas habilidades sociales es agotador. Recuerda ser amable contigo mismo en el camino. Mayo sugiere que pase algún tiempo con personas que ya conoce y con las que se siente cómodo, como amigos y familiares a largo plazo.
Otra idea es participar en actividades y pasatiempos placenteros cuando estés ansioso. Recuerda que la ansiedad no dura para siempre y que la has sobrevivido antes y la sobrevivirás nuevamente.
Nunca te rindas
Al comenzar sus estrategias de tratamiento, no se dé por vencido. Nunca, nunca te rindas. El trastorno de ansiedad social, como dijimos anteriormente, es un trastorno tratable, por lo que cada pequeño paso lo lleva más lejos hacia su objetivo final.
Recuerde: a medida que practique, invariablemente fallará y tendrá contratiempos. Es normal, así que espéralo. El progreso no es lineal: ocurre con pequeñas ganancias paso a paso a lo largo del tiempo.
El futuro tú
Recuerda que el mejor momento para empezar es ahora. Sea un defensor de sí mismo fuerte, obstinado y tenaz. Obtenga ayuda si es necesario para dar el paso hacia la plenitud y la curación ahora.
No importa si su objetivo es tener amigos cercanos, ser más efectivo en el trabajo o incluso encontrar una nueva pareja, poder conectarse con éxito con otros puede transformar una vida solitaria y frustrante en una más satisfactoria.
Da el paso.