Nunca es fácil hablar con una persona mayor sobre la posibilidad de necesitar ayuda con las actividades de la vida diaria, como bañarse, limpiar, ir de compras o cocinar.
Como cualquier otra persona, las personas mayores quieren vivir de forma independiente el mayor tiempo posible.
A veces, sin embargo, no hay forma de evitarlo. Hablar con los ancianos sobre la necesidad de atención no tiene que ser difícil si tienes el plan adecuado.
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Hacer un plan
Las cosas irán mucho mejor si te sientas y haces un plan antes de hablar con tu adulto mayor.
Escribe una lista de preocupaciones
Anotar sus inquietudes, como los signos específicos que indican que la persona de la tercera edad podría necesitar ayuda, puede hacer que su conversación sea un poco más centrada y ayudarlo a mantener el rumbo si las cosas se vuelven emocionales o acaloradas.
Por ejemplo, es posible que haya notado que las personas mayores en su vida han estado descuidando su higiene diaria o que han dejado de sacar la basura regularmente.
Los temas específicos que querrá cubrir dependen de sus preocupaciones exactas, pero podrían incluir problemas médicos, limpieza, cuidado personal o mantenimiento del hogar.
Háblalo con un amigo
Hable sobre sus inquietudes con un amigo de confianza, un familiar o un profesional calificado (como un médico de familia o un consejero).
Es normal tener dudas sobre si es el momento adecuado para abordar la conversación.
Cuando le preocupa que su bienestar y / o salud puedan verse afectados por su incapacidad para manejar completamente las responsabilidades específicas, sabrá que probablemente sea hora de abordar el tema.
Discutir su lista de preocupaciones con otra parte interesada puede ayudar a aclarar y validar sus sentimientos.
Planifica la conversación
Cuando decida tener la conversación, programe un horario con la persona mayor que sea conveniente para ambos.
Hágales saber que le gustaría venir o reunirse para hablar.
Decidir si es apropiado incluir a otras personas interesadas, como miembros de la familia o profesionales de la salud involucrados, depende en gran medida de la persona de la tercera edad.
Si es un padre, por ejemplo, es posible que tenga hermanos que desee incluir, o si es un amigo cercano, es posible que desee ver si es más apropiado que los miembros de la familia de esa persona mayor, si hay alguno disponible, para abordar el tema.
Tener la charla
Tener este tipo de conversación con una persona mayor puede ser difícil. Sé compasivo y empático. Si bien la decisión puede ser clara para usted, puede tomarle un tiempo a la persona mayor reconocerla.
Sé directo
Es posible que tenga dificultades para abrir la conversación; es normal estar nervioso.
Trate de evitar andar por las ramas, pero recuerde adoptar un tono respetuoso.
Puede pensar que sabe lo que es mejor y puede tener razón, pero recuerde que puede ser difícil para la otra persona escuchar lo que está diciendo.
Es posible que ya sepan que, en algún nivel, necesitan ayuda, pero es posible que no estén listos para admitirlo.
Si bien esto puede ser frustrante, no lo tome como algo personal.
Sea claro y manténgase enfocado en sus preocupaciones. Traiga su lista para que pueda consultarla durante la conversación.
Use la asertividad apropiada
Los temas que planea discutir probablemente serán emocionales.
Para ayudar a prevenir la actitud defensiva y facilitar la comunicación, intente usar declaraciones de «yo» para expresar sus preocupaciones.
Por ejemplo, en lugar de decir: «Tu casa es una pocilga», podrías decir: «Me preocupa que tu basura no se haya vaciado en una semana».
En lugar de decir: «Hueles como si no te hubieras bañado en meses», podrías decir: «Me preocupa que tengas dificultades para entrar y salir de la bañera».
Concéntrese en sus sentimientos y preocupaciones específicas para mantener la conversación encaminada.
Escuche sus preocupaciones
Todos quieren ser escuchados y sentir que sus sentimientos son válidos.
Permita que la otra persona responda a sus preocupaciones e inquietudes sin juzgarlo ni culparlo.
Evite decir cosas que descarten sus sentimientos, como «No sabes de qué estás hablando».
Hágales saber que escucha y aprecia sus sentimientos. Imagina lo que es estar en sus zapatos.
Decir cosas como: «Te escucho mamá, y sé que esto te da miedo; también me da miedo», o «Sé que estás enojado conmigo en este momento, pero estoy seguro de que podemos superar esto juntos» pueden ayudar a calmar los sentimientos de la otra persona y ayudarlos a sentirse validados.
Proporcionar opciones concretas
Si es posible, brinde algunas opciones para resolver sus inquietudes.
Si cree que la persona de la tercera edad necesita un asistente de salud en el hogar a tiempo parcial para ayudar con el manejo de los medicamentos, tenga una lista de algunos proveedores y hágale saber que lo ayudará a hacer los arreglos adecuados.
Si cree que la persona de la tercera edad que le interesa necesita un mayor nivel de atención, como la vida asistida o la mudanza a un hogar de ancianos, ofrézcale mostrarle algunas instalaciones cuando esté lista.
Se paciente
Es importante darse cuenta de que esta conversación podría ser una forma de abrir la puerta a futuros debates.
Es posible que la persona mayor aún no esté lista para escuchar sus inquietudes.
Si este es el caso, esté dispuesto y listo para hablar de ello en una fecha futura.
A menos que sea una situación de vida o muerte, no es necesario decidir nada en el momento inmediato.
Es probable que su adulto mayor necesite un poco de tiempo para procesar todo lo que ha discutido.
Cuando haya dicho lo que necesita decir, hágales saber que va a dejar la conversación por ahora, pero le gustaría que lo piensen bien y le gustaría volver a ella nuevamente en algún momento. el futuro cercano.