Los Oscars de este año se llevarán a cabo sin un anfitrión oficial, por primera vez en 30 años.
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El director de ABC Entertainment, que transmite la ceremonia de los premios de la Academia, dijo que en su lugar destacaría a las celebridades que presentan los trofeos.
Los informes habían sugerido que la emisora estaba luchando por cumplir el papel, uno de los más difíciles en el mundo del espectáculo en Estados Unidos.
En diciembre, el comediante Kevin Hart se retiró de la celebración de la ceremonia luego de una controversia sobre viejos tuits homofóbicos.
Dijo que no quería ser una distracción y que «lamentaba haber lastimado a la gente».
El anfitrión de los Oscars generalmente entrega un monólogo de apertura y es responsable de muchos de los memorables momentos cómicos de la ceremonia.
Además del anfitrión principal, la ceremonia también suele incluir una gran cantidad de estrellas de cine para presentar las estatuillas individuales.
La presidenta de ABC Entertainment, Karey Burke, dijo que la ceremonia de este año el 24 de febrero en Los Ángeles «solo tendrá presentadores como anfitriones de los Oscars».
La decisión fue tomada después de la retirada de Hart, dijo.
La Sra. Burke agregó que «el misterio» del evento de este año «ha sido convincente», demostrando que los espectadores estaban ansiosos por verlo.
Un número de ceremonias de premios de la Academia no han tenido ningún anfitrión. La última vez, en 1989, resultó ser muy controvertida, sobre todo debido a un número de apertura con Rob Lowe y una actriz vestida como Blanca Nieves de Disney.
Un grupo de destacadas figuras de Hollywood escribió una carta abierta después de la ceremonia, calificando la transmisión por televisión como «una vergüenza para la Academia y para toda la industria cinematográfica».
La Compañía Walt Disney también presentó una acción legal contra la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, acusando a la organización de infracción de derechos de autor.
El rol de ser ancla de los Oscars ha generado problemas para varios anfitriones desde entonces. The Hollywood Reporter lo ha descrito como «el trabajo menos buscado en Hollywood».
La controversia sobre los tuits de Hart y la opción de no reemplazarlo con un solo anfitrión sigue a unos pocos años difíciles para la Academia.
La ceremonia de 2017 se vio sacudida por el llamado escándalo «Envelopegate», en el que La La Land fue nombrada erróneamente la mejor película en lugar del verdadero ganador Moonlight.
Los planes para introducir una categoría de premios de películas populares se archivaron el año pasado luego de críticas generalizadas.
La Academia también ha sido cuestionada por la campaña #OscarsSoWhite, motivada por las nominaciones de actores blancos en las cuatro categorías de actuación en 2015 y 2016.
El arte de ser anfitrión de los Oscars
El rol de anfitrión del Oscar tradicionalmente involucra una cantidad de ingredientes básicos que se adaptan mejor a aquellos con experiencia en comedia.
La velada generalmente comienza con un número musical alegre, seguido de un monólogo burlándose gentilmente de los nominados reunidos.
Una vez que finaliza el monólogo, el rol del anfitrión es introducir a los presentadores de diversos premios y los interludios cómicos y suavizar las cosas cuando salen mal.
Billy Crystal, quien fue el anfitrión de la ceremonia nueve veces entre 1990 y 2012, demostró ser un experto en esto, como lo demostró en 1992 cuando presentó al productor veterano Hal Roach desde el escenario.
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«Era su cumpleaños número 100», recordó Crystal en 2013. «No se suponía que debía hablar, solo saludar. Pero comenzó a hablar, sosteniéndose junto al asiento que tenía delante”.
«Apenas podías escucharlo. Siguió y siguió. Podías sentir a la gente inquietarse. Intervine en una línea, solo miré a la audiencia y dije: ‘Es apropiado, ¡comenzó su carrera en películas mudas!’”.
«Para mí, podría mirar ese pequeño momento y decir: ‘Estuve bien entonces. Fui un buen comediante esa noche’«.