El ajo es un gran condimento en la cocina, pero también mejora tu salud. Conoce a continuación los beneficios del ajo y agrégalo a tu dieta.
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Beneficios del ajo
El ajo es una planta de la familia de la cebolla y los puerros. Tiene forma de bulbo y se utiliza en la cocina para condimentar los platos. Pero también, tiene propiedades medicinales que mejoran tu salud.
Está compuesto por vitamina B1, B2 y C, así como de ciertos minerales y micronutrientes. Pero sus propiedades medicinales, se le atribuyen a un compuesto azufrado llamado alicina, de donde proviene su característico olor. Este compuesto se libera al machacar el ajo o picarlo.
Por eso, para aprovechar mejor sus beneficios, se recomienda comer un diente de ajo crudo, machacado o picado en finas rodajas. Para atenuar su fuerte sabor cuando se consume crudo, puede combinarlo con una cucharadita de aceite de oliva.
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Beneficios del ajo: Antitóxico
Uno de los beneficios del ajo es que es antitóxico. El ajo tiene la capacidad de reducir la contaminación por metales pesados, como el plomo, en la sangre. De igual modo, reduce los síntomas asociados a este tipo de intoxicación.
Beneficios del ajo: mejora la circulación y reduce la hipertensión
El ajo ayuda a mejorar la elasticidad de las venas y la circulación de la sangre. Así mismo, contribuye a reducir la presión sanguínea en aquellos que padecen de hipertensión. Sin embargo, es un complemento, no es un sustituto a la medicación, dieta y ejercicios que requieren las personas hipertensas.
Reduce el colesterol
El ajo también ayuda a reducir los niveles de colesterol “malo” LDL en un 15%, en consecuencia, protege al corazón y a las arterias, reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas.
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Antibiótico natural
Debido a la alicina, el ajo es un antibiótico natural. Según algunos estudios, puede combatir efectivamente muchas bacterias gram-positivo y gram-negativo, así como las bacterias que conforman la placa dental. En este sentido, tiene un gran poder bactericida. Sin embargo, no sustituye los antibióticos recetados por el médico en caso de padecer una infección grave.
Antifúngico
La alicina también es efectiva para evitar el desarrollo y la proliferación de hongos en nuestro cuerpo. Por eso, el ajo es un eficaz antiséptico y antifúngico.
Fortalece el sistema inmune y previene los virus
De igual modo, el ajo fortalece el sistema inmunológico, ayudando a combatir eficazmente virus, gripes y resfriados.
Antioxidante
El ajo contiene antioxidantes, que ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro y enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
Cómo consumirlo
Estos son algunos beneficios del ajo, como dijimos, para aprovechar sus virtudes al máximo, es mejor consumirlo crudo o poco cocido, machacado o cortado en finas rodajas. Puedes mezclarlo con aceite de oliva para atenuar su sabor fuerte. De igual manera, consumirlo con hojas de perejil, yerbabuena o menta para atenuar su olor.
Recuerda que no es un sustituto del tratamiento médico y si padeces enfermedades graves o crónicas, consulta a tu médico antes de realizar cualquier cambio drástico en tu alimentación.
Por lo demás, el ajo es un excelente acompañante para sazonar tus comidas y puede ser incorporado crudo o cocido a diferentes preparaciones. Agrégalo a tu dieta y disfruta de sus beneficios medicinales.