¿Alguna vez has conocido a una persona políglota? Bueno, Matthew Youlden es un joven que habla nueve idiomas con fluidez y comprende una docena más. Trabaja en una oficina de Berlin, y no deja de sorprender a sus compañeros que lo escuchan hablar en diferentes idiomas diariamente.
Cuando le preguntan sobre como lo ha logrado, él ha resumido su rápido aprendizaje en estos 10 consejos que te daremos a continuación. ¡Toma nota!
1. Conoce por qué lo estas haciendo
Puede parecer obvio, pero si no tienes una buena razón que te mantenga motivado, será difícil aprender un idioma. Por ejemplo: querer impresionar a los angloparlantes con tu francés no es una buena razón; querer conocer a un francés en su propio idioma es otro asunto completamente diferente.
No importa la razón que tengas en mente, una vez que hayas decidido aprender algún idioma, es importante que tengas compromiso, y te esfuerces por superar tus habilidades cada día.
«De acuerdo, quiero aprender esto y, por lo tanto, voy a hacer todo lo que pueda en este idioma, con este idioma y para este idioma.«
2. Encuentra un compañero
Matthew aprendió varios idiomas junto con su hermano gemelo Michael, y su primera lengua extranjera que aprendieron juntos fue el griego. Matthew revela que cuando empezaron se encontraban motivados al igual que ahora, y de esta forma se ayudaban el uno al otro. Cuando uno de los dos superaba algún conocimiento, esto hacia inmediatamente que el otro se retara a avanzar aún más.
«Creo que es una gran manera de hacerlo». Tienes a alguien con quien puedes hablar, y esa es la idea detrás de aprender un idioma.«
3. Hablar con uno mismo
En el caso particular de que no tengas con quien reunirte a hablar, no tiene nada de malo hablar contigo mismo. Esto puede sonar algo extraño, pero esta práctica es una excelente forma de practicar en cualquier momento.
Recrear conversaciones de la vida diaria y tratar de responderlas tú mismo, te ayuda a perder el miedo y refuerza aún más el vocabulario. La confianza es un paso crucial, y esta clase de ejercicio la refuerza enormemente.
4. Mantente actualizado
A la hora de practicar un idioma, es importante crear conversaciones con temas reales que puedan ser aplicados a la vida cotidiana. Es por eso que hablar con las personas mantendrá el proceso de aprendizaje actualizado, ya que cada persona tiene rutinas diferentes en las cuales podrás aprender nuevo vocabulario.
«Estás aprendiendo un idioma para poder usarlo, no para guardarlo. El lado creativo de todo esto es poder poner el lenguaje que estás aprendiendo en un entorno útil, general y cotidiano, ya sea escribiendo canciones, generalmente hablando con otras personas o usándolo cuando vas de viaje. No necesariamente tienes que irte al extranjero; puedes buscar un restaurante griego en tu ciudad y ordenar un plato en griego.»
5. Diviértete mientras aprendes
Usar tu nuevo idioma de alguna manera es un acto creativo. En el caso de Matthew, él solía practicar su griego escribiendo y grabando canciones con su hermano. Piensa en alguna forma divertida de practicar tú también; trata de imitar algún programa de TV, dibuja una tira cómica, escribe un poema o simplemente habla con quien puedas.
Si no puede encontrar una manera de divertirse con el nuevo idioma, es probable que no esté siguiendo el paso cuatro.
6. Actúa como niño
Esto no quiere decir que debas hacer rabietas o tener comida en tu cabello cuando salgas a un restaurante. Trata de aprender de la misma forma que lo hacen los niños. La idea de que los chicos son mejores aprendiendo alguna cosa que los adultos está comprobada. Una nueva investigación no ha comprobado que haya un vínculo directo entre la edad y la capacidad de aprender.
La clave para aprender tan rápido como un niño puede ser simplemente asumir ciertas actitudes infantiles: por ejemplo, falta de autoconciencia, un deseo de jugar con el lenguaje y la voluntad de cometer errores. Aprendemos cometiendo errores. Como niños, se espera que cometamos errores, pero a medida que crecemos los errores se convierten en tabú.
El pensamiento de adulto es más propenso a decir: «No puedo», en lugar de «Todavía lo puedo intentar». Cuando se trata de aprender un idioma, admitir que no se sabe todo (y estar bien con eso) es la clave del crecimiento y la libertad.
¡Deja ir tus prejuicios de adultos!
7. Abandona tu zona de confort
La voluntad de cometer errores significa en muchos casos estar listo para ponerse en situaciones vergonzosas. Esto puede ser algo aterrador, pero es la única forma de avanzar y mejorar. No importa cuánto aprendas si no hablas con nadie: habla con desconocidos, pregunta por direcciones, pide comida, intenta contar una broma. Cuanto más lo haga, mayor será tu confianza y te sentirás más cómodo en situaciones nuevas:
«Al principio vas a encontrar dificultades: tal vez la pronunciación, tal vez la gramática, la sintaxis, o realmente no entiendes los dichos. Pero creo que lo más importante es desarrollar siempre esta sensación.»
8. Escucha
Debes aprender a escuchar antes de poder hablar. Cada idioma suena extraño la primera vez que lo escuchas, pero cuanto más te expones a él, más familiar se vuelve, y más fácil será hablarlo correctamente.
Todos podemos pronunciar cualquier cosa, es solo que no estamos acostumbrados a hacerlo. Para Matthew era algo difícil aprender palabras con la letra r en ellas como por ejemplo: perro y reunión. La mejor manera para el fue dominar eso escuchando constantemente estas palabras y visualizarlas o imaginar su pronunciación.
Para cada sonido hay una parte específica de la boca garganta que usamos para lograr ese sonido.
9. Mira como hablan las personas
Aprender diferentes idiomas hace que la lengua, labios y garganta se comporten de manera diferente. La pronunciación debe ser tanto física como mental.
Una de las formas más efectivas, y puede sonar un poco extraño, es mirar a alguien mientras dice palabras que usan ese sonido que no puedes pronunciar, luego debes tratar de imitar ese sonido tanto como sea posible.
Esto puede ser difícil al principio, pero te ayudará; solo necesitas practicar. Si no puedes ver e imitar a un hablante nativo en persona, mira películas en idiomas extranjeros.
10. Sumérgete
¿Has hecho ya la promesa de enfocarte en aprender un idioma? Matthew recomienda el enfoque maximalista de 360°: no importa qué herramientas de aprendizaje utilices de ahora en adelante, es crucial practicar tu nuevo idioma todos los días.
Trata de aprender algo y usarlo a lo largo del día. A medida que avanza la semana intenta escribir una pequeña parte de lo que estas practicando, trata de hablarte a ti mismo en ese idioma; pon en práctica realmente lo que estas aprendiendo y no lo dejes a un lado.
Una excelente forma es escuchar música o escuchar la radio. Rodéate y sumérgete en la cultura de tu nuevo idioma, esto es extremadamente importante.
Una de las recomendaciones de este talentoso políglota es:
«Recuerde que el mejor resultado posible para hablar un idioma es que las personas te respondan. Poder tener una conversación simple es una gran recompensa. No te preocupes, no molestarás a las personas hablando mal su idioma. Si inicias cualquier interacción con «Estoy aprendiendo y me gustaría practicar…» la mayoría de la gente será paciente, y te motivará a aprender.
Claro, puedes viajar al extranjero hablando tu propio idioma, pero créeme, te sentirás mucho más a gusto cuando hablas el idioma nativo del lugar que visitas. Podrás comprender e interactuar en la cada situación y eso es una experiencia única.«
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