El diario venezolano Última Hora, conocido crítico del gobierno, anunció este miércoles 30 de agosto que fue suspendido por falta de papel luego de ser durante 40 años el principal periódico del Estado Portuguesa. «Nuestra versión en papel se detiene hoy, esperamos que sea sólo temporal, hasta que obtengamos el papel, disponible en cantidades limitadas, del proveedor único del Estado en Venezuela», dijo su director, Néstor Ramírez.
Bajo el título «Interrupción forzada», el periódico anunció su decisión en un editorial publicado en letras blancas sobre un fondo negro, afirmando que había consumido todas sus reservas de papel, el cual no había sido entregado durante dos meses. «Las circunstancias políticas nos obligan a detenernos. Una hora oscura, ciertamente, para los cien hombres y mujeres», empleados por el periódico, «pero especialmente mortales para la democracia y su ejercicio«, dijo.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y el Colegio Nacional de Periodistas deploraron la suspensión del periódico, que continuará su trabajo vía Internet.
La decisión surge en un clima de tensión entre el gobierno y una parte de la prensa privada, nacional e internacional, que el presidente socialista Nicolás Maduro acusa de estar al servicio de un complot tramado por Estados Unidos para derrocarlo.
El jefe de Estado se ha enfrentado a una ola de protestas desde abril, las cuales llevan un saldo de muertes de 125 personas.
El viernes, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) privó a las emisoras radiales 92.9 Tu FM y Mágica 91.1, que habían existido por casi treinta años. Dos días antes, las cadenas colombianas Caracol y RCN habían desaparecido del panorama audiovisual venezolano.
Organizaciones de periodistas y medios privados denuncian que el suministro de papel pasa a través de la única corporación estatal encargada de importarla y que el gobierno la utiliza como medio de presión contra quienes lo critican.
En los últimos tres años, alrededor de diez periódicos han tenido que dejar de publicar su diario, convirtiéndose en sitios web o semanarios. Otros redujeron su paginación o circulación, en particular El Nacional, el principal periódico crítico del gobierno del país.