Todo lo que hacemos afecta el mundo que nos rodea. Las actualizaciones de un estudio muestran que en los próximos años, la energía consumida globalmente por nuestros dispositivos inteligentes podría estar obstaculizando seriamente nuestros esfuerzos contra el cambio climático.
Tsunami de datos
Nuestros dispositivos conectados a internet podrían estar obstaculizando los esfuerzos de cambio climático, de acuerdo a una actualización de un estudio de 2016 sobre el consumo de energía, según informó Climate Home News. Los miles de millones de dispositivos que muchos de nosotros usamos todos los días podrían producir 3.5% de las emisiones globales en 10 años y 14% en 2040. Esto daría como resultado que la industria utilice aproximadamente el 20% de toda la electricidad del mundo para 2025. Este problema creciente amenaza con interrumpir el progreso hacia los objetivos del cambio climático y exacerbar las cada vez más estresadas redes eléctricas.
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Estas severas consecuencias son causadas por una tendencia principal subyacente: las necesidades de energía en rápido crecimiento de granjas de servidores que almacenan datos de miles de millones de dispositivos inteligentes. A medida que adquirimos más dispositivos y usamos datos y estas tecnologías cada vez más, estos servidores requerirán mucha más energía. Y, como resultado, estamos pidiendo mucho de estas granjas de servidores, y las predicciones actuales dicen que solo empeorará.
El investigador sueco Anders Andrae, que trabajó en la actualización del estudio, cree que las demandas de energía de la industria aumentarán de 200-300 teravatios hora (TWh) de electricidad por año a 1.200 o incluso 3.000 TWh en 2025. Andrae comenta: «La situación es alarmante. Tenemos un tsunami de datos que se acerca. Todo lo que puede ser se está digitalizando. Es una tormenta perfecta. Está por llegar el 5G [la quinta generación de tecnología móvil], el tráfico IP [protocolo de Internet] es mucho más alto de lo estimado y todos los autos y máquinas, robots e inteligencia artificial se digitalizan, produciendo grandes cantidades de datos que se almacenan en los centros de datos».
Statista
Número de usuarios de teléfonos inteligentes a nivel mundial desde 2014 hasta 2020 (en billones)
Universo digital
Hace años que sabemos que manejar, dejar las luces encendidas y dejar que el agua corra demasiado tiempo desperdicia energía y recursos, y debemos asumir una responsabilidad personal por nuestro impacto en el planeta. Pero a medida que la tecnología ha progresado, las formas en que afectamos el medio ambiente y contribuimos al cambio climático también han cambiado. Los datos que usamos y la cantidad de dispositivos que poseemos también son ahora elementos importantes a considerar cuando pensamos en cómo usamos los recursos. Incluso podemos tomar en consideración nuestras inversiones financieras, ya que recientemente se reveló que el gigante de las criptomonedas, el Bitcoin, a través de la minería, consume más energía que 159 países enteros combinados.
Pero, ¿esta responsabilidad energética depende únicamente de nosotros? Las compañías cuyas tecnologías usan esta energía creciente también podrían hacer cambios para reducir el uso de energía o la transición a mejores fuentes de energía renovables. Lo que estas compañías hacen, las tecnologías que crean y la forma en que las usamos tienen un impacto relativo y específico sobre el medio ambiente. Y, como muchos expertos han coincidido, tenemos que hacer todos los esfuerzos posibles para cumplir con los objetivos climáticos que evitarán futuras consecuencias relacionadas con el cambio climático que ponen en peligro la vida.
Así que no, esto no significa exactamente que tengamos que dejar de usar nuestros dispositivos. La disponibilidad y el fácil acceso a la información que brinda Internet no es solo un recurso precioso, sino un derecho humano, según la ONU. La educación que Internet puede proporcionar es una parte esencial de la vida moderna. Pero a medida que las empresas continúan avanzando en las tecnologías, y seguimos consumiéndolas, es primordial para ambas partes tener en cuenta el impacto que estos dispositivos tendrán en el futuro.