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“No soy un santo”: Gabriel Coronel

Tras una corta ausencia de la escena musical, el también actor venezolano Gabriel Coronel regresa con fuerza para conquistar el público latino con un nuevo sencillo titulado “Chao Pescado”, con el cual pretende mostrar a sus seguidores una faceta de su vida personal que muchos desconocen.

En diálogo exclusivo con el ahora exponente del género urbano, obtuvimos detalles de su primera gran gira de medios por todo el continente, sus planes de retomar la actuación, y la situación que afronta su familia en Venezuela. 

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Ahora que retoma su carrera como cantante, ¿qué va a pasar con la actuación?

“Yo he estudiado y trabajado mucho como actor y músico para defender mi arte, porque me gusta hacer de mí un artista íntegro. No quisiera decir que mi carrera en la actuación va a parar porque, en realidad, estoy esperando que salga un proyecto importante para adentrarme de nuevo al mundo de la televisión. Cuando estos proyectos lleguen, estaré listo para regresar a las pantallas”.

La letra de la canción que hoy promociona, Chao Pescado, expone la dualidad de la mujer cuando está en una relación de pareja, y el desligue emocional del hombre en estos asuntos, pero ¿cuál es su lectura sobre este tema musical?

“Cuando hicimos esta canción no intenté parecer simpático o ser actual, simplemente quise plasmar el concepto de la libertad que existe entre dos personas que se conocen y quieren pasar una noche agradable, y cuando llega el amanecer cada quien coge su camino”.

¿Alguna vez ha dicho “Chao Pescado”?

“Reconozco que lo he dicho (risas). Eso es parte de la vida, y no soy ningún santo. Creo que todas las personas también lo han dicho”.

¿Qué tan complejo le resultó pasar de la balada pop al género urbano?

“No creo que fuera difícil, porque yo considero que nosotros los cantantes a través de la música vamos reflejando nuestra esencia, nuestra personalidad. El público me conocía como un artista romántico, y lo soy; soy una persona entregada al amor, pero también soy muy jovial, me la paso divirtiéndome al contar chistes, haciendo reír a la gente; además tengo un lado muy pícaro que afloro cuando estoy frente a una mujer. Entonces, apostarle al género urbano es una forma de mostrarles a mi público esa parte que no conocían de mí como persona, y me gusta hacerlo de esa manera, porque de eso se trata la vida: un día somos blancos y otro negros”.

Eso quiere decir que, ¿lo escucharemos cantando salsa?

“Hoy precisamente venia en el avión escuchando pura salsa de exponentes como Marc Anthony, Héctor Lavoe, porque me encanta el sonido de los timbales, y en ese momento simulaba con mis manos como si estuviera tocando un timbal de verdad, y la persona que estaba a mi lado me miraba raro (risas). De hecho, ese instante pensé en lo bueno que sería cantar salsa algún día”.

“De la mano de un productor colombiano quise darle vida a una historia fantasiosa en la cual pude jugar con colores y cambios de imagen, porque de eso se ha tratado mi carrera como actor; en ocasiones hago de bueno, y en otros de malo”.

Durante esta gira promocional por Latinoamérica, ha tenido la oportunidad de ver a venezolanos refugiados en países como Perú, Ecuador y Colombia luchando por un presente próspero para ellos y sus familias. ¿Qué imagen se lleva de todo ello?

“Cuando visito un país y me encuentro en ellos a venezolanos que conocía como empresarios, y que ahora están en un bus vendiendo chucherías o volcados en las calles empezando de cero, es algo que me causa mucho dolor. En cada gira, de parte de los venezolanos tengo una buena acogida, porque ellos saben que soy una persona que trabaja muy duro para que los venezolanos seamos vistos en el exterior como lo que somos: gente echada para adelante”.

¿Su familia se ha visto afectada por la crisis social y política que afronta Venezuela?

“Por supuesto, y no sólo mi familia, es un problema que afecta a todos, tanto a ricos como pobres. Lo que más me ha afectado es la separación de las familias en Venezuela. No he podido reencontrarme con mi abuela, mi hermano y mis sobrinos debido a que no tengo pasaporte, entre otras cosas, porque mi personaje en la serie El Señor de Los Cielos tuvo mucha repercusión en el gobierno venezolano…. Hace unos días mi hermano me llamó y me dijo que su hija pregunta mucho por mí, y la última vez que la vi ella tenía cuatro años. Ahora ella tiene ocho”.

¿Qué mensaje le envía al pueblo venezolano?

“Admiro mucho a los que siguen en el país, son unos valientes, grandes guerreros, y ojalá tengamos la oportunidad de reunirnos de nuevo”.

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