The Weinstein Company, el atribulado estudio cinematográfico co-fundado por el desprestigiado ejecutivo Harvey Weinstein, está listo para declararse en bancarrota luego de que fracasaran las últimas negociaciones para vender los activos de la compañía.
En un comunicado a varios medios el domingo por la noche, la junta directiva de tres personas de la compañía anunció sus planes, diciendo que los esfuerzos por reactivar un acuerdo para vender la compañía a un grupo de inversores habían fracasado.
«Si bien reconocemos que este es un resultado extremadamente desafortunado para nuestros empleados, nuestros acreedores y cualquier víctima, la Junta no tiene otra alternativa que buscar la única opción viable para maximizar el valor restante de la compañía: un proceso metódico de bancarrota», dijo el comunicado.
La junta agregó que la empresa presentaría su declaración de bancarrota «en los próximos días«.
La decisión siguió al colapso de las negociaciones para vender el estudio a un grupo de inversores dirigido por María Contreras-Sweet, una empresaria que dirigió la Administración de Pequeñas Empresas bajo el mandato del presidente Barack Obama desde 2014 hasta 2017.
La oferta, respaldada por el multimillonario Ronald Burkle y la firma de capital privado Lantern Asset Management le habría dado al grupo control sobre los activos del estudio en apuros, en un acuerdo por valor de aproximadamente 500 millones de dólares, según Los Angeles Times.
El periódico informó que Contreras-Sweet había prometido recaudar 40 millones de dólares para compensar a las víctimas de Weinstein, y su grupo inversor habría cambiado el nombre de la compañía y habría elegido una nueva junta directiva compuesta mayoritariamente por mujeres.
Pero las conversaciones sobre la venta se interrumpieron abruptamente a principios de este mes, luego de que el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, entablara una demanda civil contra The Weinstein Company y sus fundadores, y cuestionara la existencia del fondo para víctimas prometido por los inversores ofertantes.
En una segunda carta publicada en el New York Times el domingo por la noche, la junta directiva de The Weinstein Company acusó a Contreras-Sweet de no proporcionar los fondos provisionales prometidos para que el estudio continúe operando. Ni Contreras-Sweet ni The Weinstein Company respondieron a las solicitudes de comentarios.
La decisión de solicitar la bancarrota por el Capítulo 11 llega cuatro meses después de que las investigaciones del New York Times y el New Yorker revelaran décadas de hostigamiento sexual y acusaciones de asalto contra Weinstein, anteriormente uno de los ejecutivos más poderosos de Hollywood.
Weinstein, quien fundó The Weinstein Company con su hermano Bob en 2005, fue despedido de la compañía a raíz de las acusaciones. Bob Weinstein permanece en la junta.
The Weinstein Company ya se encontraba en una posición financiera precaria antes de las acusaciones, luchando con una gran cantidad de deudas y la falta de películas exitosas en los últimos años, según Los Angeles Times.
Las acusaciones contra Weinstein provocaron un ajuste de cuentas sobre la mala conducta sexual en el lugar de trabajo, comúnmente conocido como el movimiento #MeToo, lo que perjudicó aún más a la empresa a través de su asociación reiterada con noticias sobre mala conducta sexual. Y a medida que los socios del estudio cortaban lazos a raíz de los informes sobre su co-fundador, el futuro de la compañía parecía cada vez más sombrío.