Las autoridades de las islas Galápagos han prohibido la venta y el uso de fuegos artificiales en el archipiélago para proteger su fauna única.
El estudio de la fauna local ayudó al desarrollo de la teoría de la evolución de Darwin:
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Los fuegos artificiales que producen luz pero ningún sonido han sido excluidos de la prohibición.
Los conservacionistas dicen que los animales sufrían de un ritmo cardíaco elevado, temblores y ansiedad después de los eventos pirotécnicos.
Miles de personas visitan las islas cada año, atraídas por su biodiversidad y su entorno prístino.
‘Regalo al mundo’
Las Galápagos están ubicadas a unos 1,000 km (621 millas) de la costa de Ecuador continental.
«Este es un regalo para la conservación para Ecuador y el mundo«, escribió en Twitter la presidenta del consejo local, Lorena Tapia.
«Los ecosistemas tan sensibles como los de las Islas Galápagos se ven afectados [por los fuegos artificiales], especialmente su fauna, que es única», agregó.
La Cumbre es uno de los muchos volcanes activos en las 21 islas:
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Las autoridades también dijeron que los fuegos artificiales causaban muchas lesiones cada año, especialmente entre los niños.
La campaña contra los fuegos artificiales comenzó en 2017. La medida, que tiene efecto inmediato, prohíbe el transporte de fuegos artificiales a las islas, así como su venta o uso.
Existe una creciente presión sobre el gobierno ecuatoriano para hacer más para proteger sus ecosistemas sensibles.
Los plásticos de un solo uso también han sido prohibidos en las islas, que tienen una población de 25,000 personas.
Las especies indígenas encontradas en las islas Galápagos, incluidas las iguanas y las tortugas, jugaron un papel clave en el desarrollo de la Teoría de la Evolución de Charles Darwin.