Investigadores de la Universidad de Illinois (Estados Unidos) han creado un nuevo tipo de impresora 3D capaz de producir formas complejas a partir de azúcar que pueden usarse para cultivar tejidos biológicos.
La impresora usa un proceso llamado impresión de forma libre para crear estructuras intrincadas a partir de isomalt, el tipo de azúcar que se usa para hacer pastillas para la garganta, que no podrían hacerse con la impresión 3D tradicional capa por capa.
El resultado final es un andamio soluble en agua, que podría tener una variedad de aplicaciones en campos tales como investigación médica, ingeniería biomédica y fabricación.
«Esta es una gran manera de crear formas alrededor de las cuales podemos modelar materiales blandos o cultivar células y tejidos, luego el andamio se disuelve«, dijo en un comunicado Rohit Bhargava, profesor de bioingeniería y director del Centro de Cáncer de Illionois.
«Por ejemplo, una posible aplicación es cultivar tejido o estudiar tumores en el laboratorio. Los cultivos celulares generalmente se hacen en platos planos. Eso nos da algunas características de las células, pero no es una forma muy dinámica de ver cómo funciona realmente un sistema en el cuerpo. En el cuerpo, hay formas bien definidas, y la forma y la función están muy relacionadas».
El dispositivo y el proceso de impresión de forma libre de isomalt se describen en un nuevo estudio publicado en la revista Additive Manufacturing. Forma libre significa que la boquilla esencialmente «dibuja» la sustancia en el aire, con el material endureciéndose casi inmediatamente después de que se extruye.
Beckman Institute
La impresión con sustancias a base de azúcar de esta manera sin embargo, presenta una serie de desafíos. Intentos anteriores a menudo han tenido problemas con la quema de azúcar o la cristalización. Para evitar esto, los investigadores se aseguraron de que el material se mantuviera a una temperatura y presión específicas. Además, el diámetro de la boquilla y la velocidad con la que se mueve también se mantuvieron estables para asegurar que la isomalt se endurezca en una estructura relativamente fuerte.
Los investigadores esperan que, algún día, la tecnología se pueda utilizar para imprimir en 3D órganos humanos completos desde cero.