«Parece gracioso, pero es mío«, así describió Teresa Guzmán Antonio su nuevo hogar en la región del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, México.
Guzmán perdió su casa anterior en Asunción Ixtaltepec en el terremoto de magnitud 8,2 del 7 de septiembre, que devastó partes del sur de México.
Pero ahora, gracias a una iniciativa de mexicanos que viven en el extranjero, ella una vez más tiene un lugar propio y puede comenzar a reconstruir su vida.
El diseño de su casa es llamativo y ha sido comparado con cuatro iglúes de pie uno al lado del otro o las cúpulas de una mezquita. Pero más comúnmente, los residentes locales dicen que parece una serie de colmenas.
El ingeniero civil que supervisó el proyecto dijo al periódico El Universal que el diseño peculiar de la vivienda se debe al hecho de que fue construida utilizando la técnica antisísmica conocida como «superadobe», una forma de construcción con bolsas de tierra desarrollada por el arquitecto iraní Nader Khalilli.
Como el hogar no tiene rincones, es mucho menos susceptible a las ondas sísmicas, explicó Filiberto Lara.
Otro beneficio de la construcción de superadobe es que es de bajo costo. La tierra del área local se puede usar si tiene un contenido de arcilla de entre 10% y 30%, dijo el ingeniero. La tierra se refuerza con cal y después de dos meses la mezcla se convertirá en roca, agregó.
Sin embargo, para la casa de Guzmán, nueve camiones cargados de adobe tuvieron que ser traídos a un costo de 8.100 pesos (435 dólares).
La casa tiene una cúpula central de cinco metros de diámetro que se usa como comedor y sala de estar, dos cúpulas de 3,5 metros que funcionan como la cocina y el baño de la casa y una cúpula de cuatro metros conforma una habitación.
Las paredes están compuestas por sacos de 40 a 50 centímetros de grosor que se llenan con la mezcla de tierra y cal.
A pesar de que los materiales requeridos son baratos, explicó Lara, trabajadores de Veracruz tuvieron que ser llevados para completar el proyecto y su costo aumentó posteriormente a alrededor de 150.000 pesos (8.000 dólares).
Sin embargo, la mayoría de los gastos fueron cubiertos por un proyecto llamado Recuperando MX917, una iniciativa de la organización Red Global MX (Red Global de México) respaldada por mexicanos que viven en los Estados Unidos y otros países extranjeros.
Los dos grandes terremotos de septiembre desencadenaron un mini boom en proyectos de vivienda alternativos innovadores y sostenibles.
Los materiales que se han utilizado para construir nuevas casas y refugios temporales para las víctimas incluyen bambú, botellas de plástico PET, tubos de PVC y aluminio.