Atrás quedaron los días en que las faldas eran sólo para mujeres y los pantalones eran solo para hombres.
En 2017, el género ya no impone la forma de vestir de las personas.
Los diseñadores de moda combinan colecciones masculinas y femeninas en la pasarela, John Lewis abolió las etiquetas de «niñas» y «niños» en la ropa infantil, y más marcas de moda lanzan colecciones neutras en cuanto al género, una de ellas es la etiqueta inspirada en la ropa streetwear: Wildfang.
Siguiendo los pasos de H&M (que anunció su línea de mezclilla unisex en marzo), la visionaria marca está liderando el camino hacia la moda de género neutral.
Su proyecto más reciente, The Future Is Fluid, refleja las actitudes cambiantes de la sociedad en torno a la expresión e identidad de género. Además, el 100% de las ganancias se destinan a causas LGBT.
La colección andrógina presenta una mezcla de trajes holgados, camisetas de eslogan y chaquetas a medida que no son abiertamente femeninas ni masculinas.
«El género es un concepto bastante restrictivo», comenta la directora general de Wildfang, Emma McIlroy.
«Históricamente, ha dictado qué trabajos pueden hacer las personas, cómo alguien puede actuar, cómo alguien puede vestirse y eso limita la capacidad de alguien para autoexpresarse y alcanzar su máximo potencial.
«La ropa de género neutral no obliga a alguien a meterse en una caja. Les permite autoexpresarse exactamente como elijan hacerlo».
Las ideologías progresivas de McIlroy podrían ser beneficiosas cuando se aplican a la ropa infantil, según explicó la doctora Christina Richards, psicóloga.
Iniciativas como la de John Lewis «permiten que los niños se expresen por completo y sean todo lo que puedan ser, independientemente del sexo», dijo.
Sin embargo, la doctora Christella Antoni, terapeuta de género, enfatiza la importancia de no reemplazar una con la otra.
«Existe la ventaja de tener ropa disponible que sea más neutra en cuanto al género, pero esto no significa que deban reemplazar totalmente la ropa para niñas y la ropa para niños«, comentó.
«En un mundo ideal, la ropa neutra en cuanto al género debería existir junto con la ropa para niñas y la ropa para niños», dijo, y agregó que sería un error obligar a un niño a usar ropa que no coincida con su identidad, ya sea estrictamente de género o no.
«En cuanto a todos los asuntos relacionados con el género, el problema no es simplista«, agregó.
Sin embargo, mientras que las marcas están adoptando esta subversión cultural de las normas de género, todavía tenemos un largo camino por recorrer, señala Antoni.
«Siempre ha sido más fácil para las mujeres cruzar los estereotipos de vestimenta y mucho más difícil para los hombres, que son más represivos«, explicó.
Cuando la modelo británica Agyness Deyn entró por primera vez en la escena del vestuario en 2007, se convirtió en la protagonista de la moda andrógina gracias a sus trajes a medida y su estilo de cabello característico.
Aclamada por editores de moda y fotógrafos de todo el mundo, consiguió portadas para Vogue y Elle, y fue incluida en todos los top shows.
No fue sino hasta 2016 que ocurrió un fenómeno inverso, cuando Jaden Smith, hijo del actor de Hollywood Will Smith, se puso una falda en la campaña de Louis Vuitton primavera/verano 2016.
Ahora, una gran cantidad de celebridades de primer nivel están adoptando esta nueva tendencia.
Harry Styles con sus botas Gucci, Zayn Malik con blusas de mujer, incluso Justin Bieber es imparcial con jeans entubados de mujeres.
Si hubo alguna vez un movimiento más claro hacia la fluidez de género en la moda, es este.