Manos ensangrentadas mancharon las paredes del Congreso de Venezuela después de que un grupo de partidarios del gobierno irrumpió en el edificio y atacó a los legisladores de la oposición este miércoles, la última de una escalada de violencia que ha aquejado al país desde hace 98 días.
Las fotografías de los legisladores empapados de sangre con sus heridas siendo vendadas y yaciendo sobre la hierba circulan en las redes sociales. Un video mostraba incluso archivadores y alfombras enrolladas amontonadas frente a una de las puertas del edificio.
«Estamos viviendo un golpe de estado que intenta restablecer una dictadura», dijo el legislador opositor Miguel Pizarro a través de WhatsApp desde el interior del congreso. «Mientras les hablo, se están lanzando explosivos a las puertas del Palacio Legislativo». Pizarro dijo que cinco legisladores, siete empleados del Congreso y tres periodistas resultaron heridos en el asalto.
Los legisladores mencionaron que no podían abandonar el edificio, ya que seguía rodeado por grupos pro-gubernamentales.
Los agresores ingresaron con palos y piedras a la sede de la Asamblea Nacional de Venezuela. La BBC reportó tres legisladores, dos funcionarios y un diputado opositor con heridas en la cabeza. Los agresores, que serían simpatizantes del Presidente Nicolás Maduro, fueron expulsados del edificio por su personal de seguridad, reportó la Deutsche Welle.
Por otro lado, el presidente Nicolás Maduro condenó el ataque.. «Se han producido actos extraños, siempre actos extraños dondequiera que la oposición esté merodeando», dijo. Los dramáticos acontecimientos tuvieron lugar durante las celebraciones de la independencia de Venezuela de España.
La violencia política se ha convertido en un evento muy regular en Venezuela, donde Maduro ha despojado a la oposición de prácticamente todo el poder del país e incluso también a los detractores dentro de su propio partido, como a la Fiscal General Luisa Ortega.
En medio de una ola renovada de protestas callejeras en mayo, Maduro convocó una asamblea popular para reescribir la Constitución. Antes de que se lleve a cabo una votación para elegir a los miembros integrantes de la misma, la oposición ha pedido un referéndum no oficial contra todo el proceso – diciendo que la asamblea propuesta es un truco por parte del gobierno para evitar elecciones libres.
La esposa de Maduro, Cilia Flores, y la ex-ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, están supervisando la asamblea. Las dos se han mantenido ocupadas en las últimas semanas: Flores ha estado haciendo shows de baile durante las apariciones televisadas de Maduro, mientras que Rodríguez regresó recientemente de una reunión con la Organización de Estados Americanos, donde llamó a los estados miembros «perros del imperialismo».
Actualmente Venezuela constituye una nación formada por ciudadanos con abismales diferencias políticas debatiéndose en su preocupación por la frágil estabilidad democrática de este país rico en petróleo.
Los extraños acontecimientos que se desarrollan actualmente en Venezuela pueden incluso parecer a veces que han sido sacados directamente de una película. Óscar Pérez, un fornido oficial de policía y aspirante a actor, secuestró un helicóptero y lanzó granadas contra el Tribunal Supremo de Maduro mientras el helicóptero lo sobrevolaba la semana pasada.
«Exigimos su dimisión inmediata», dijo Pérez en un video publicado en sus cuentas de medios sociales, dirigiéndose a Maduro. Cuatro hombres, con el rostro cubierto y las manos agarrando armas de asalto, se pararon detrás de Pérez mientras todos miraban directamente a la cámara. La oposición dijo que las acciones de Pérez eran una pantalla de humo auspiciada por el gobierno, ya que mientras el país estaba enfocado en Pérez, la Corte Suprema acababa de despojar a Luisa Ortega de gran parte de su poder.
Casi 100 personas han muerto durante las protestas callejeras en los últimos tres meses, la mayoría de las cuales han sido jóvenes heridos por cartuchos de gases lacrimógenos disparados a corta distancia.
«Estamos aquí para defender a Venezuela», dijo en un video Armando Armas, uno de los cinco legisladores heridos, mientras el cuello de su camisa blanca de botones se teñía de rojo por la sangre. «Esto es para lo que fuimos elegidos, cualquiera que sea el costo, incluso si es nuestra vida».
Nota del editor: Esta nota fue actualizada el 2 de julio