Cuando los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos revisaron una sospechosa bolsa de lona negra encontrada en la frontera entre los estados de Texas y Tamaulipas, se llevaron una sorpresa.
Dentro había un tigre cachorro de dos meses.
La bolsa había sido abandonada en el lado estadounidense del Río Grande por tres hombres que parecían estar intentando introducir el animal de contrabando en los Estados Unidos. Se retiraron a México luego de ser avistados por los agentes.
«No es un día promedio en el campo«, dijo Irma Chapa, vocera del sector CBP del Valle del Río Grande, en un tuit el lunes.
El tigre fue enviado rápidamente al Zoológico «Gladys Porter» en Brownsville, Texas, donde fue identificado como un macho, se estimó su edad y se determinó su salud como buena. Aún así, el veterinario en jefe Tom deMaar dijo que era probable que el cachorro hubiera sido tranquilizado.
«No vas a meter un tigre vivo en una bolsa sin una riña», dijo deMaar.
El lunes fue el Día del Niño en México, y aunque el cachorro aún no ha recibido un nombre oficial, sus cuidadores en el zoológico lo han llamado Niño.
El Zoológico «Gladys Porter» se ha convertido en un punto de recolección inadvertido para los tigres atrapados en una red internacional de contrabando.
Hace una década, seis cachorros fueron recuperados de un intento de venta en un estacionamiento de Walmart en Brownsville. Los medios locales informaron en ese momento que parecían estar en dirección sur hacia México.
En 2010, los agentes fronterizos recuperaron un tigre enjaulado y abandonado en Laredo, otra ciudad fronteriza de Texas, y el año pasado otro cachorro fue interceptado en un puesto de control de California después de que un adolescente de los Estados Unidos intentó comprarlo.
El zoológico comentó ayer en un tuit que el tigre estaba bien y que el siguiente paso será encontrarle un hogar permanente.
Alrededor de 350 millones de plantas y animales se venden en todo el mundo anualmente, generando entre 7 mil millones de dólares y 23 mil millones de dólares, dijo en un informe de 2015 el grupo de conservación Defenders of Wildlife, con sede en Washington.