La relación que tenemos con los demás es importante para nuestro crecimiento personal. Y, se nos hace pensar que debemos entender a nuestros seres queridos en todos los niveles, pero esto no es del todo cierto. Hay ideas a considerar cuando se trata de aceptar a nuestros seres queridos.
¿Alguna vez has estado en una situación en la que simplemente no entiendes a la otra persona, alguien tan cercano a ti que te sientes sorprendido por su reacción o creencias?
Tal vez sufran de depresión en la que su perspectiva de sí mismos y del mundo que los rodea sea sombría.Y sientas que no puedes ayudarlos o comprenderlos por completo. A menudo, hay momentos en los que ofreces tu apoyo y comprensión a alguien que se siente estresado, pero te enfrentas a la hostilidad o incluso a la culpa.
Pero comprender estos conceptos muestra que amar verdaderamente a alguien más se trata de aceptar y responder sin juzgar.
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Aceptar a alguien: La importancia de la empatía
La empatía hacia los demás, o la capacidad de ponerse en el lugar de otra persona, puede ser de gran ayuda para amar verdaderamente a otra persona. Cuando no pueden estar de acuerdo en ciertos temas. Ya sean cosas importantes como el matrimonio o la religión. O cosas pequeñas como qué comer para la cena, es importante expresar empatía, ya que se cierra la brecha entre ustedes dos.
La empatía también te obliga a practicar la compasión y a convertirte en una persona más compasiva en general. La compasión te permite conectarte con otra persona y tratar de ver las cosas desde su perspectiva. Da una idea de cómo y por qué pueden reaccionar o actuar de la manera en que lo hacen.
A menudo nos encontramos en una situación de conflicto potencial con un ser querido, pero cuando eso sucede, deténgase y pregúntese por qué puede estar actuando de la manera en que lo hace.
Aceptar a alguien: Controlar su reacción es clave
A menudo se dice que no puedes controlar una situación, solo la forma en que reaccionas ante ella. Y esto también es cierto en la forma en que te acercas a las personas en tu vida. Todos somos seres sensibles y conectados, y la forma en que pensamos y actuamos puede tener una influencia en los demás mucho mayor de lo que imaginamos.
Nuestras reacciones pueden desencadenar pensamientos y comportamientos en los demás, tanto de manera negativa como positiva. Por ejemplo, si tu reacción ante el hecho de que alguien te ignore es de ira sin entender por qué te ha ignorado, eso provocaría inmediatamente una reacción negativa en la otra persona.
En otras palabras, la negatividad engendra negatividad, especialmente cuando las razones de las situaciones no están del todo claras. Cuando vienes de un lugar tranquilo y le das a la otra persona el beneficio de la duda, es mucho más probable que obtengas una reacción tranquila o positiva.
Considere diferentes mentalidades y perspectivas
Los humanos somos naturalmente bastante egoístas debido al hecho de que a menudo creemos que nuestra forma de pensar y nuestras opiniones son correctas, mientras que otros están equivocados.
Rara vez consideramos que todas y cada una de las personas nunca tienen la misma experiencia o patrones de pensamiento debido a experiencias de vida y creencias limitadas.
Nos gusta pensar que las personas más cercanas a nosotros en la vida piensan de manera similar, lo que puede ser cierto, sin embargo, casi nunca es así, incluso con parejas que han estado juntas durante cuarenta o cincuenta años.
Tenga en cuenta el hecho de que la forma en que ve un problema, una situación o la forma en que alguien reacciona ante algo, no es necesariamente la forma en que la otra persona lo ve.
Al tomar el punto de vista de otra persona, ampliamos el nuestro y esto nos ayuda a comprender mejor nuestras acciones y consecuencias. Así como las de los demás, lo que conduce a menos suposiciones y, nuevamente, a más compasión.
Sea consciente de sí mismo
Al final del día, se trata de ser consciente de sí mismo y adoptar una actitud sin prejuicios hacia su ser querido. Nunca se puede esperar que entendamos completamente las mentes de aquellos más cercanos a nosotros.
Pero la dinámica en una relación puede ser armoniosa para todos los involucrados cuando todos aprendemos a mirar dentro de nosotros mismos para ser menos egoístas y más comprensivos.
Abrazar estas situaciones y aceptar a los seres queridos por lo que son y cómo piensan que son diferentes a nosotros, crea un espacio de empatía, amor verdadero y respeto genuino por los demás.