Todos sabemos que la muerte puede llegarnos en el momento menos esperado, sin saber cómo podría pasar. A estas personas no se les ocurrió que morirían de las maneras más tontas y absurdas posible.
1. John Doe: Visita guiada al vacío
En el centro de la ciudad de Toronto, un abogado guiaba a un grupo de estudiantes por las instalaciones del rascacielos de su bufete cuando intentó demostrarles la increíble resistencia de los cristales que forman el edificio, éste dio un golpe con el hombro al cristal, el cual estalló en mil pedazos, haciendo que éste cayera al vacío desde una altura de 24 pisos, falleciendo en el acto.
2. Calcas: La cosecha esperada
Como buen amante del vino, Calcas plantaba una viña en su propiedad cuando un vecino le profetizó que no viviría lo suficiente como para beber el preciado néctar de aquellas uvas. Tiempo después, con las frutas ya maduras, Calcas invitó al profeta a tomar la primera copa de vino de la cosecha. Al levantar la copa, el vecino repitió su profecía y esto le provocó un ataque de risa que no le permitía respirar, dejándolo muerto antes de probar una sola gota del vino.
3. Yusuf Ishmaeld: Peso pesado
Yusuf Ishmaeld fue un famoso luchador turco de finales del siglo XIX que venció al campeón de lucha Evan Lewis y, también, al campeón de lucha grecorromana Ernest Roeber. Las ganancias que obtenía con sus peleas sobre el ring las convertía en monedas de oro, las cuales guardaba dentro del enorme cinturón que cargaba siempre en la cintura. En una oportunidad, de vuelta a su país, apenas a unos metros de la costa, el barco en el que viajaba colisionó con un buque inglés en aguas del Atlántico. Todos los pasajeros debieron saltar por la borda y nadar hasta los botes de rescate, y entre éstos el gigantesco luchador, que no logró mantenerse a flote por el peso de su cinturón, hundiéndose con su preciosa carga al fondo del mar.
4. Félix Faure: La petite mort
Félix Faure, quien fue alguna vez presidente de Francia, decidió invitar a su despacho a Marguerite Steinheil, una mujer muy hermosa y famosa por sus diferentes amoríos con hombres muy importantes de la época. Naturalmente esta visita terminó en el acto sexual entre estos dos personajes. El presidente, complacido por la bella dama, alcanzó el orgasmo y al mismo tiempo… la muerte, tras sufrir un fulminante ataque al corazón. No hay dudas, Félix murió feliz.
5. Arrio: Evacuación mortal
Arrio, quien fue el padre del Arrianismo, murió de una manera bastante peculiar: defecó sus órganos internos. Así quedó escrito: «le sobrevino una flojera y junto a su evacuación, sus intestinos se le salieron también, seguidos de una fuerte hemorragia, y más intestinos junto a trozos de su hígado y bazo, muriendo casi al instante». Nunca se determinó la causa de este trágico acontecimiento, algunos historiadores aseguran que éste fue envenenado, otros que fue producto del ayuno excesivo que éste practicaba. Lo cierto es que nunca lo sabremos.
6. Crisipo: El asno y los higos
Este filósofo griego era una de las principales figuras del estoicismo y, según las escrituras, era amante de los grandes banquetes y el vino. La leyenda cuenta que en una de estas fiestas Crisipo emborrachó a un asno que después trató de comerse higos de un cactus. Toda esta situación le provocó un ataque de risa de tal magnitud que cayó al suelo ahogado, muriendo al instante. Este sería el origen de la famosa frase «morirse de risa».
7. Julien Offray de la Mettrie: Indigestión
Julien Offray de la Mettrie muerió de indigestión al comerse entero un paté de faisán con trufas. El plato fue preparado por el cocinero del Rey. Este paté con base cubierta de masa de hojaldre rellena de carne picada de ave con un núcleo de trufas negras, no le sentó nada bien, dejándolo en cama con diarrea y deshidratación hasta el momento de su muerte.
8. John Doe vs Dios
Un hombre ucraniano no identificado de 45 años de origen Azerbaijani, se bajó por una cuerda en un recinto de leones en un parque zoológico de Kiev y gritó a los visitantes horrorizados: «¡Dios existe y me salvará!”. En ese instante una leona saltó sobre él y clavó los dientes en su cuello, más adelante separó su arteria carótida, matándolo inmediatamente.
9. Harry Houdini: La hombría
El famoso mago de origen húngaro Harry Houdini no murió durante una de sus grandes hazañas practicando el arte de la ilusión, si no demostrando su «hombría». Retó a un jugador de rugby a que le diera puñetazos en el abdomen, argumentando que podía controlar su cuerpo y que no sentiría dolor. Lo que Houdini no sabía es que tenía principio de apendicitis y murió de una hemorragia interna a causa de los golpes de su compañero.
10. Betty Stoobs: Cabras locas
Betty Stoobs, una grajera de 67 años, llevaba un paquete de heno en la parte de atrás de su motocicleta para alimentar a sus ovejas. Las ovejas estaban muy hambrientas y, descontroladas por su llegada, cuarenta de ellas corrieron hacia el heno y tiraron a Stoobs por un acantilado. La granjera sobrevivió a la caída, pero murió cuando la moto cayó encima de ella, empujada también por las ovejas.
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