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6. Crisipo: El asno y los higos
Este filósofo griego era una de las principales figuras del estoicismo y, según las escrituras, era amante de los grandes banquetes y el vino. La leyenda cuenta que en una de estas fiestas Crisipo emborrachó a un asno que después trató de comerse higos de un cactus. Toda esta situación le provocó un ataque de risa de tal magnitud que cayó al suelo ahogado, muriendo al instante. Este sería el origen de la famosa frase «morirse de risa».