Destruir alienígenas, interrumpir operaciones gubernamentales, disparar rayos laser a zombies no representan peligro real sobre las personas que son adeptos a los videojuegos. El riesgo real está en la salud de estas personas, tanto física como psicológicamente. Existe la posibilidad de que se formen coágulos de sangre mientras se está jugando, y el riesgo de desencadenar algún tipo de psicosis durante el juego. Desde fuera, un gamer es sólo una persona sentada en un sofá, inmóvil, enfocada en su objetivo, pero desde el punto de vista interno, el cuerpo y la mente de éste están pasando por una serie de procesos fisiológicos bastante intensos. Algunos gamers han afectado seriamente su salud física y psicológica como consecuencia de las intensas jornadas de juego que pueden hacer, afectando su vida personal. La vida real no tiene un botón de «continuar» o «saltar» para ahorrarnos estas desafortunadas experiencias, por el contrario, nos obliga a asumir con responsabilidad las consecuencias de nuestros actos.
1. Berzerk
Berzerk es uno de los más antiguos ejemplos de un videojuego que puede conducir a quien lo juega hasta la muerte. En Abril de 1982 Peter Bukowski, de 18 años de edad, murió de un ataque al corazón después de estar horas en cabina buscando la puntuación máxima en Berzerk. El joven, que ya presentaba antecedentes cardiovasculares, hizo que su sistema cardiovascular colapsara como consecuencia de una alta excitación por el juego. Un artículo de la revista Video Games Magazine de Octubre de 1982 reportó algunos estudios donde resaltan las consecuencias psicológicas de los juegos de video, indicando que aumentan significativamente los niveles de estrés general en las personas.